Correo de lectores

Los propietarios no residentes queremos poder ir a Pinamar.
Enviado por José Pedro Orejano

Señores:
Semanario Pionero

Los propietarios no residentes queremos poder ir a Pinamar

Veamos...los propietarios no residentes tenemos una relación personal, familiar, afectiva con la ciudad de la costa que elegimos como segundo hogar. Tenemos vecinos, tenemos amigos, hasta comerciantes de mutua confianza que viven en ella. Pero además pagamos los impuestos, pagamos Arba, bastante más que otros municipios provinciales; pagamos mensualmente, si, son 12 cuotas, por los Servicios Municipales de Pinamar, mucho más, digo mucho más que otros municipios (los servicios municipales incluyen cementerio, por ejemplo, si se da el caso tendríamos hasta dónde caernos muertos); pagamos todos los meses seguridad privada, para que no nos afanen los foráneos, (IASSA, Santamarina, la que sea). pagamos CALP, pagamos TELPIN (me acaba de llegar), pagamos PROAGAS, pagamos a los muchachos (son residentes, claro) para que mantienen el parque de nuestra casa y nos informan, a veces por fotografías, sobre el estado de la propiedad, pagamos a Patricia, la señora (muy apreciada por nosotros, una residente, claro) que mantiene limpia nuestra casa.

Bueno, es así como provincia, municipalidad, varias empresas de servicios y sus empleados y trabajadores locales reciben mes a mes nuestro dinero. Todo esto en algunos casos desde hace años, muchos años.

Entonces ¿Por qué estando sanos no podemos ir a nuestra propiedad con un protocolo claro y fácil de cumplir?

Necesitamos poder ir a la localidad que adoptamos como nuestro segundo Hogar; ir a nuestras casas, ver a nuestros vecinos, conversar y tomarnos un café en La Reina con los amigos que son residentes, comprar un libro en Böhm, ir a La Cantina de la Sociedad Italiana por pastas o a Los Troncos por asado, o hacer nuestras compras en el San José.

Pero no, tenemos todas las obligaciones, colaboramos en el mantenimiento de Pinamar, sostenemos los servicios, hacemos posible que las empresas tengan sus ganancias, que sus empleados (vecinos residentes), puedan cobrar sus salarios y pero no, ¡no tenemos ningún derecho!

¡No es justo!
Cordialmente
José Pedro Orejano