El arte de primer nivel gana los espacios urbanos

Continuando con una línea de trabajo iniciada hace ya unos años, Pinamar SA dio a conocer nuevos emplazamientos de obras de renombre que apuntan a atraer a más público y a la contemplación.

Dentro del marco de los 75 años de Pinamar, el viernes 1 de diciembre a las 15, en el Golf Links se realizó la presentación de más de 30 esculturas implantadas en el predio del Playas Hotel y en el mismo Golf, además de otros lugares de la ciudad, como un primer paso para revalorizar espacios y la vida cotidiana de los pinamarenses y sus visitantes.

La colección incluye obras de los más destacados artistas de nuestro país –cien años de historia escultórica–, como Marta Minujín, Lucio Fontana, Gyula Kosice, Jorge Gamarra, Mariano Pagés, Antonio Pujía, entre otros.

La recorrida dio comienzo en el Golf, donde los invitados y representantes de la prensa local fueron acompañados por artistas e integrantes de la empresa anfitriona.

El primero en hacer uso de la palabra fue Enrique Shaw, quien manifestó su alegría por poder compartir esta nueva muestra de cultura en Pinamar.

“Para nosotros, por lo menos, es un sueño que nos llena de alegría, lo vemos como un paso más, dada la continuidad, ya que este es un camino que hemos iniciado hace largo tiempo con tantos artistas que viven y han vivido en este lugar”, afirmó para luego destacar la presencia de la obra de Víctor Magariños, uno de los artistas más representativos de Pinamar.

No quedaron fuera del comentario los nombres de Bastón Díaz y Pájaro Gómez, quienes tienen plena vigencia a partir de sus obras colectivas integradas al paisaje local.

“La idea es seguir con estas acciones, ya que entendemos que aportan mucho desde distintos planos y matices, lo que nos ayuda a valorar el espacio público como un elemento democrático, como pocos, tan pleno de ciudadanía, además de ayudar a posicionarnos y a atraer más y mejores turistas”, agregó.

Ricardo López Göttig, director provincial de Museos y Preservación patrimonial, recalcó que ha recibido con mucha satisfacción el hecho de haber sido invitado porque desde su área entienden que el arte y la cultura mejoran la calidad de vida de las personas.

“Más allá del goce estético, se apunta a que el ciudadano tenga una actitud crítica, una reflexión sobre los grandes interrogantes de la vida”, afirmó el funcionario.

Por su parte, el intendente, Martín Yeza, puso en valor la presencia de las obras al alcance de nuestros potenciales visitantes.

“Es un lujo trabajar con una empresa como Pinamar SA. Es algo muy sano hacerlo para la Municipalidad de Pinamar en este tipo de iniciativas, ya que no se trata de una cuestión menor sino que, además, nos invita a soñar en cuestiones superadoras, como lo podría llegar a ser un posible paseo escultórico, que es algo sobre lo que venimos trabajando, desde hace un año, al menos conceptualmente”, dijo el mandatario.

Acto seguido, se realizó un breve recorrido por el campo de golf, donde se pueden apreciar las siguientes obras:

Desprendimiento, de Jorge Gamarra
Victoria, de Gyula Kosice
La Hormiga, de Pablo Larreta
Cubos, de Víctor Margariños
Barco, de Pájaro Gómez
El mensajero, de Rubén Locaso

Después, el contingente se dirigió hacia la cascada que está ubicada sobre la Av. Shaw, donde observó la escultura Evocación Histórica, de Antonio Sassone.

El recorrido se continuó por el Camino Parque de los Pioneros, donde se procedió a analizar y hacer apuntes sobre la famosa escultura de la piña hecha por Bastón Díaz, que se encuentra instalada sobre la Avenida Bunge en el acceso a la ciudad.

El galpón de Pereyra fue motivo de interés de los visitantes, ya que allí se encuentran alrededor de 25 esculturas.

La obra de Troiani Troiano bautizada como San Francisco fue motivo para orientar la visita hasta las inmediaciones de la Iglesia Nuestra Señora de la Paz.

Luego, el paseo se dirigió hacia el balneario Barbados, donde se encuentra la escultura El despertar de América, de Cárdenas Ponciano.

Ávidas de prolongar la experiencia, los participantes se acercaron al complejo Pinamar Plaza, donde pudieron observar la escultura de José Fioravanti llamada Torso.
La secuencia tuvo su epílogo en el Playas Hotel, donde contemplaron distintas esculturas, tanto en el exterior como en el interior. Las más observadas por la concurrencia fueron las ubicadas en la entrada al hotel:
Venus fragmentándose, de Marta Minujin
Figura al viento, de Mariano Pagés

En el interior, en el lobby y en el solárium, se destacan El hombre del delta, de Lucio Fontana, y Gato, de Carlos Alonso, entre otras.