“El kirchnerismo les hablaba sólo a los kirchneristas”

El concejal radical de Cambiemos aspira a que se pueda sincerar la situación y todos entiendan que la temporada no es la mejor. Además, considera que el turismo tendría que tomarse con más responsabilidad.

Mientras muchos actores políticos parecen soñar con ser intendentes, el concejal Lucas Ventoso pareciera querer seguir siendo radical. Consultado al respecto, mostró su particular visión acerca de un concepto que parece desteñirse a la luz de alianzas y falsas integraciones.

–Lucas Ventoso es un radical a ultranza. ¿Así se considera?
–La identidad con un partido es compleja porque todos los partidos políticos tienen lineamientos ideológicos con matices; todos. Tenés la derecha radical, el centro, y la izquierda radical. Tenés lo mismo con la derecha peronista, el centro peronista y así. Inclusive de los partidos comunistas, socialistas. Siempre tenemos matices ideológicos y esas tensiones en todos los partidos, si a ello le sumamos el carácter que tiene cada uno de los dirigentes políticos, digo sumar el carácter psicológico a la ideología a veces nos puede hacer pensar que correligionarios o compañeros peronistas, crean que algunos de sus propios afiliados pertenecen a otro partido.

–¿Cómo se evitan estas situaciones?
–Lo que uno trata de hacer es tener una ecuanimidad y tratar de visualizar la política, desde lo que ve la ciudadanía y salir del barro. Últimamente en el Concejo se han generado posiciones irreconciliables de un lado y del otro, donde parte de la verdad está en cada uno pero esa parte de verdad la usan para precisamente no acercar posiciones, y eso es peligroso en la política, porque la política es consenso, la política es construir desde los argumentos. Por supuesto que puede haber casos en los que no se llega consensuar, porque hay criterios totalmente opuestos; pero, agotados los argumentos, se vota y la mayoría gana. Lo que temo que llegue a suceder, y veo que ya empieza pero temo que se instale, es que uno desde la política tenga un discurso para su sector nada más; y yo creo que eso pasó claramente en el kirchnerismo en los últimos doce años. El kirchnerismo les hablaba a los kirchneristas.

–¿Entiende que le puede suceder a Cambiemos?
–Y es terrible que Cambiemos le empiece a hablar solamente a la gente de Cambiemos. Si eso pasara estaríamos haciendo lo mismo que criticamos tan duramente estos doce años. Y creo que lo peor que dejó el kirchnerismo no fue la corrupción, sino el autoritarismo y la imposición de las cosas; eso es lo peor que dejó. A mí me preocupa que pueda generarse esa forma de hacer política desde Cambiemos. Esto lo digo desde mi posición de radical y que, aclaro, el radicalismo no es una coalición del gobierno. El radicalismo no gobierna. Porque, si gobernáramos, estaríamos sentados decidiendo qué hacer y qué no hacer desde los distintos sectores de legislación, provincia, municipales y eso el radicalismo no lo hace porque no tiene esa facultad. No ha ganado las elecciones en las PASO y si lo hizo el Pro, por consiguiente gobierna el Pro. Nos guste o no nos guste, lo mismo pasa en los municipios que ganó el radicalismo. En Madariaga, ganó el radicalismo, es Cambiemos y gobierna el radicalismo. Quizás incluso a algunos les pueden molestar estas verdades. Es curioso que moleste la verdad. Por eso, incluso cuando uno recibe críticas o halagos, uno puede manifestar al gobierno las inquietudes: “Hay que corregir acá”, “hay que corregir allá”. Pero queda ahí; no toma decisiones en las conducciones de las secretarías y ministerios a nivel nacional, provincial o local.

–Pero es bueno que trascienda la opinión a la gente…
–Eso es lo que yo trato de no perder y no lo hago. Por eso yo hablo tanto de política pública, que es lo que necesita nuestro país, nuestra provincia y por supuesto nuestro municipio: hablar de políticas públicas a mediano y largo plazo. Entonces para eso es necesario un consenso básico y hoy estamos frente a un problema a nivel nacional: es la situación social y económica; claramente es un problema. No reconocerlo implica claramente no ver la realidad social y económica; y la consecuencia de esta situación se ve en la realidad que hoy tienen los municipios turísticos. El que me diga que hoy Pinamar tiene la mejor temporada o una buena temporada, yo creo que está viviendo en otro lugar. No hay más que sentarse con los distintos sectores productivos relacionados con el turismo, y no sentarse con un dueño de una rotisería, que justo, por una situación de crisis y de ahorro, mucha gente, hace que no le vaya mal.

–¿O sea que hay que reunirse con las asociaciones que los nuclean?
–Si vos te reunís con la cámara de concesionarios de playa o con la cámara de los supermercados, las inmobiliarias, los hoteles, los comercios que representan a muchos establecimientos, eso es representativo. Ahí escuchá. Digo, desde los funcionarios, tenés que escuchar, nada más porque vos a esa gente, que se dedica a la industria del turismo de toda su vida, porque llegas a la función pública, no podés pretender venir a enseñarle a corregir la realidad que se impone, diciendo: “Esta temporada es excelente”. Porque el tipo te dice: “Flaco, yo estoy trabajando el 50% menos que el año pasado. ¿Cómo me venís a decir eso?”. Acá, desgraciadamente, los secretarios de Turismo no están relacionados al turismo. El turismo es una ciencia. Entonces, pensemos que el turismo en Pinamar es todo, excepto que nos dediquemos a plantar soja y criar terneros.

–¿Este concepto no lo enfrenta con el actual secretario de Turismo?
–Eduardo Isach está haciendo cosas en Pinamar que no se hicieron en los últimos 20 años. Está haciendo muchísimo pero hay cuestiones que falta hacer. Yo creo que él lo sabe; todos lo sabemos. Lo que yo creo que es indispensable en cualquier funcionario es hacerse eco de lo que nos dicen los distintos sectores productivos de Pinamar, no informarles la realidad. El Estado no puede informarte la realidad. Eso ya lo vivimos. Lo hizo el kirchnerismo durante doce años.