El turismo religioso comienza a cobrar forma en nuestro partido

Pinamar es sinónimo de turismo y casi toda la actividad comunitaria gira en torno del polo de atracción que ejerce, principalmente, durante las nueve semanas de la temporada alta veraniega.

En las 43 restantes del año, la infraestructura hotelera y gastronómica, así como el comercio, queda a un cuarto de máquina y sólo algunos fines de semana se enciende en parte con un calendario de eventos, como un festival de cine, maratones de atletismo, cuatriciclos, hípicas, clínicas de golf y hasta un retiro anual organizado por la colectividad judía.

El exitoso despliegue que tuvo el mes pasado la Invasión de los Pueblos, con la presencia en Pinamar de más de un millar de millennials (como se les dice ahora a los adolescentes y pos-adolescentes) provenientes de la toda diócesis costera, cuyo epicentro es Mar del Plata, fue una muestra palpable de la integración que promueve la movilización religiosa, sobre todo en un sector vital de la sociedad, como lo es la juventud.

Apenas transcurrido algo más de un mes de esa experiencia que conjugó la alegría y la fe, en la última semana de octubre seremos anfitriones de otro contingente juvenil, el de la pastoral universitaria de Buenos Aires, que llegará en ocasión del mes de las misiones, acompañada de turistas que suelen hacer seguimiento de los tradicionales desplazamientos anuales.

El año que viene se agregaría otro acontecimiento al calendario religioso de orientación turística que ha empezado a conformarse en nuestra ciudad balnearia: la visita de una congregación religiosa femenina, las Hermanas del Cordero.

Una de las celebraciones más notorias que caracterizan al mes de las misiones es la recorrida que se realiza con Nuestra Señora de Schoenstatt por el hospital y las que hacen los ministros de la comunión en el geriátrico y los domicilios de los ancianos o enfermos para llevarles los sacramentos.

Además de las actividades internas, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt local participa de la peregrinación que partirá desde la Iglesia Catedral y de la Santa Misa que, bajo el lema “Con María, familia solidaria, puente hacia el Padre”, oficiará mañana, sábado 14 de octubre, el nuevo obispo Gabriel Mestre en el santuario de Nuestra Señora de Schoenstatt en parque Camet.

Además de orar, celebrar juntos y pedir a la advocación mariana que siga regalando sus gracias a todos aquellos que la visitan, buscando amparo y protección, las fiestas patronales se matizan con el complemento de una entretenida kermesse, con juegos y atracciones para grandes y chicos.

La actividad evangelizadora y el espíritu misionero en los fieles ofrecen una buena oportunidad para avanzar aún más a los partidos de la costa atlántica en el posicionamiento turístico de la Argentina como país de diálogo interreligioso, para promover “los valores de la paz, el respeto, la convivencia, la igualdad y la solidaridad”, como señalara el secretario de Turismo de la Nación, Alejandro Lastra, en la apertura del Congreso Internacional de Turismo Religioso que sesionó hasta el 17 de junio en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.

Anunció que la cartera nacional impulsará “acuerdos público-privados con el objetivo de atraer inversiones que permitan desarrollar la planta turística e infraestructura de soporte y organizar y mejorar la oferta preexistente”.

En Pinamar, el calendario religioso ya comenzó a tomar forma en esa dirección estratégica.