Uno podría utilizar como metáfora que, luego de recorrer las calles de Pinamar, la gente de Cambiemos ya ha iniciado la cuenta regresiva de la recta final. Pero la carrera política es diferente, ya que si bien tiene metas no tiene un final cercano. Esta introducción puede servir tanto para Martín Yeza, que comenzó su derrotero no hace muchos años, como para Javier Pizzolito, que se inicia en la carrera con una máquina de punta, como es la tendencia a la que representa, y por buscar una relación con otra de sus pasiones, el motociclismo.

En su primera recorrida ha tenido una experiencia muy satisfactoria, ya que ha sido recibido con respeto y siempre de muy buena manera.

Mientras Javier hace foco en el reclamo de la gente, en las problemáticas a resolver, Yeza levanta su mirada y analiza la campaña en la provincia: “El sábado, mientras estábamos en el barrio Náyades, por Tridente y Sílfides, nos cruzamos con un muchacho que labura en la obra. Iba en bicicleta, se para y luego de unas palabras elogiosas nos dice: ‘Martín, yo lo veo como un partido de fútbol, este es un partido que tenemos que ganar, como la final de una copa; ganemos y hagamos que el otro pierda, que los que hicieron tantas cosas malas por la Argentina pierdan, después nos sentamos adentro en un cuarto y nos decimos todo lo que nos tenemos que decir, pero esta es una elección muy importante’. Y agrega: ‘Yo tengo siete hijos y con ellos somos todos conscientes de esto y, es más, para la construcción el año pasado ha sido un año difícil pero es inevitable que si durante tanto tiempo ha habido tanto robo, tanta falta de esfuerzo, de solidaridad, de sensibilidad por tantas cosas que le faltaban a la gente y de repente en un año y medio hay un montón de cosas que se han empezado a hacer, y bueno, creo que vale la pena transitar este cambio que ha empezado en la Argentina’. El peronismo ha gobernado la provincia de Buenos Aires 28 años y creo que gran parte de los problemas de la Argentina están resumidos en el distrito bonaerense, que no pudimos dar vuelta una situación de 28 años, que nosotros no pudimos dar vuelta una situación de un intendente de 16 años, más cinco intendentes durante siete años, en un año y medio, no; pero hoy hay un montón de procesos en marcha, son elecciones que para nosotros representan tener que redoblar energía pero a medida que íbamos transitando esta etapa nos dimos cuenta de que en definitiva es una gran oportunidad”.

El intendente compara, entiende que no es lo mismo María Eugenia Vidal que Cristina Fernández, que no es lo mismo Esteban Bullrich que Daniel Scioli. “El viernes fuimos a timbrear al nuevo loteo social, un loteo al que vino el ex gobernador cuatro veces. Juntaban a la gente en el polideportivo y en la campaña de 2015 les dieron un papelito que decía ‘vale por un lote’. Nosotros asumimos y en febrero de 2016 entregamos los 135 lotes y seguimos entregando lotes. Ya vamos cerca de 180, y vamos a seguir entregando nuevos lotes. Fuimos y hoy es un barrio en construcción”.

Con un apellido pionero y siendo nieto del primer fotógrafo de Pinamar, Javier Pizzolito siempre se ha mostrado orgulloso de su condición, nunca ha dejado de preocuparse por su lugar en el mundo y la transparencia y la ausencia de denuncias por corrupción, como ocurría en otros mandatos, es un rasgo que lo tranquiliza y lo seduce.

“Creo que es una condición sine qua non para ingresar a un espacio político, por lo menos para aquellos que venimos con cierta trayectoria en la vida. No solo eso, la posibilidad de ejercer una sana autocrítica. Creo que es un espacio donde nosotros somos conscientes de lo que hace falta en Pinamar pero también de todo lo que se está haciendo y eso entusiasma, por lo menos para gente que ha vivido el proceso de Pinamar en primera persona desde el inicio. Es un escenario realmente que entusiasma e invita a meterse. Para aquellos que, como yo, siempre estábamos ahí mirando de afuera, es un dato importante”, razona.

Pizzolito recuerda que en una charla con el intendente, cuando su candidatura era un proyecto, le manifestaba sus dudas al mandatario sobre los cuestionamientos a las instituciones. “Bueno, si tenés pruebas vení, decime y vamos a actuar en consecuencia”, rememora que le contestó Yeza. El candidato cree que la consecuencia de la gente que no hace las cosas bien son beneficios que se pierden para el vecino, no solo es el dinero o la trampa que se pueda hacer.

“El otro día había sospechas sobre un empleado de Fiscalización, que por suerte lo habíamos echado hacía tres meses –tercia el mandatario local–. Sucede que donde nosotros tenemos un dato vamos hasta el fondo. No solamente implica expulsar sino, además, implica denuncia penal, que es lo que hemos hecho en este año y medio, donde hemos denunciado a comisarios, oficiales, empleados de la Municipalidad. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo porque nosotros, como equipo gubernamental, no tenemos nada que ver con eso”.