La construcción en seco se constituye como un reemplazo de los ladrillos

Cambiar el paradigma cultural de construir con “paredes de 30” demandará algunos años más. Igual que modificar la concepción de que levantar una casa en seco es sinónimo de no contar con recursos para hacerlo de otro modo. No obstante siempre están los que van a la vanguardia y se aventuran a lo nuevo, incluso antes de que el mercado o la legislación tengan las respuestas necesarias. En nuestra ciudad los hay. Bondades y desventajas de esta nueva opción.

La casa propia es una de las aspiraciones que desvela a los argentinos en general. Ya desde la llegada de los inmigrantes a Argentina en el siglo XIX, provenientes de diferentes países europeos, uno de los principales objetivos a cumplir, aquel plan preponderante a concretar, era el de contar con el techo propio, ese que se construye con varillas, hierros, kilos de mezcla, cientos de ladrillos y algunas cuantas tejas. La premisa el albergar a los actuales y dejarlas a las generaciones venideras. Hacer la casa fue sinónimo de tener algo que heredar.

Esa pauta cultural de construcción, con materiales fuertes y durables, fue arraigada entre los argentinos y sigue siendo considerada primera opción. No obstante, las innovaciones que se produjeron en el ámbito de la construcción dieron paso a nuevas metodologías, entre ellas la llamada construcción industrializada que se basa en el uso del acero y materiales secos, como las placas de yeso, que son tradicionales en países como Canadá y Estados Unidos.

Animarse a lo nuevo

Aunque la vivienda de ladrillos en el imaginario colectivo no cambió su aspecto, cada vez son más los que se animan a romper con la tradición para optar por construir “en seco”. Algunos se animan a un “mix”, construyendo paredes de 30 como contorno y subdividiendo interiores con placas de yeso (el nombre comercial más conocido es Durlock). Una casa construida totalmente en seco hoy consta de vigas metálicas de acero galvanizado, paredes armadas con placas cementicias por fuera, lana de vidrio como aislante y placa de yeso por dentro. Esta técnica, conocida como steel framing (construcción sobre esqueleto de acero galvanizado), que nació en Estados Unidos hace varias décadas, se ha expandido en Argentina en los últimos años acompañando el auge de la construcción. En nuestra ciudad este tipo de obras aun no son tan comunes pero en algunos barrios privados ya hay vecinos marcando la tendencia, que construyeron sus obras civiles con este sistema. El uso de yeso en la construcción es lo más frecuente y expandido en Estados Unidos y Canadá para uso comercial en hoteles, oficinas y comercios. Es decir, allá es regla mientras que por estos lares todavía es excepción.

En el mercado nacional comenzó a utilizarse en el nuevo siglo, con el desarrollo de grandes proyectos como los shoppings y complejos hoteleros; la tendencia se expandió además a locales comerciales, oficinas y luego a la vivienda. Quienes se dedican a este sistema aseguran que la gran ventaja que aporta es la rapidez de todo el proceso, ya que reducen en un 40 por ciento los tiempos de la obra, en relación con la construcción con mezcla. De allí que también se produce un ahorro monetario.

Además de la celeridad en la construcción, otro diferencial hace al gasto de energía. Cada placa, fabricada con lana de vidrio o lana mineral, está armada para facilitar la aislación acústica y la conservación del calor. También se destaca que la obra en yeso es más limpia, no desperdicia materia prima, las placas se adecuan a las necesidades de espacio de cada cliente y no requiere de maquinaria pesada, ya que los paneles se montan a los perfiles de acero mediante el ajuste de tornillos. Esto hace que encontrar el origen de problemas como la humedad sea más sencillo, lo mismo que darle solución sin que sea necesario picar paredes.

A la hora de hacer números de la inversión que supone construir una casa bajo este estilo, los expertos indican que existe una diferencia, de alrededor del 25 por ciento, a favor del steel framing.

El peso de la tradición

A pesar de las bondades que apareja realizar una construcción de este tipo, el gran desafío de los innovadores es superar la barrera cultural que hace que los que construyen dejen de hacerlo a la “vieja usanza” para generar una mayor demanda de construcciones en seco.

La tradición pesa; más allá de que el sistema se aplica con éxito desde hace años en Estados Unidos, Canadá y Europa, todavía a los argentinos, y en particular, a los pinamarenses les cuesta salir del ladrillo, a pesar de ser más costoso.

Interrogantes tales como la durabilidad de las placas de yeso, el funcionamiento de la acústica o la respuesta al clima húmedo de la zona, son algunos de los que generan una concepción de “fragilidad” cada vez que se menciona a las construcciones en seco. Lo mismo sucede con la valuación de una vivienda de estas características, porque, además de para vivir, las familias suelen poner todo su capital en la casa propia o incluso endeudarse.

¿Cuál es el valor de reventa de una vivienda de construcción en seco? El valor de reventa está vinculado, como en el caso tradicional, al valor de construcción por metro cuadrado, ubicación, edad y el estado de conservación. Con niveles de mantenimiento similares a los de una vivienda tradicional, el valor de reventa es el mismo.

Los más utilizados a nivel global son el wood frame y el steel frame; hacen referencia, como su nombre en inglés, al material usado en los entramados (estructuras resistentes): de madera y de hierro respectivamente. Los materiales utilizados básicamente en estos dos sistemas son la madera, el acero galvanizado, placas cementicias, placas de roca de yeso, placas de madera con tratamientos especiales, mantas de lana de vidrio, membranas hidrófugas y térmicas de diferentes composiciones, poliuretano expandido, poli estireno expandido, tornillos de distintas características, soldaduras como elementos de unión, resinas epoxídicas, anclajes químicos y metálicos, entre otros.

Rápido y previsible

Este proceso es una aproximación a una industrialización de la construcción, ya que por los múltiples sistemas que se pueden utilizar permite realizar un montaje secuenciado de la obra, lo que otorga más previsibilidad y la posibilidad de reducir los tiempos de ejecución. Además, al no utilizar medios de unión húmedos entre los materiales involucrados, el proceso natural de fragüe se descarta y este ahorro de tiempos se ve reflejado en el resultado final.

Las ventajas son claras y cuantificables pero ¿está en pensamiento de los argentinos preparado para este cambio paradigmático de forma de vivir y de visualizar la casa propia?

Los profesionales consultados afirmaron que todavía no es un auge del sistema lo que se registra sino se observan porcentualmente muchas más construcciones en ejecución con estas tipologías. Estos sistemas siempre estuvieron presentes, sólo que recaía sobre ellos una miradas despectiva o de provisionalidad. Ya se ha producido un cambio en este sentido porque ahora se da el caso de quien, aun pudiendo construir en ladrillo, prefiere hacerlo en seco. Resta ahora transitar un proceso natural de conocimiento y aceptación en la población, ya que nuestro legado cultural aun se remite a la construcción tradicional. La casa para el argentino no es sólo un espacio de uso sino que es al mismo tiempo inversión, depósito de los ahorros y herencia para los hijos. Es decir, hay una distancia temporal al menos de una generación para saber si este sistema decanta en una aceptación definitiva y generalizada. Lo importante que se está dando hoy es que la gente a la hora de elegir cómo construir lo tiene como una opción más a analizar, y esto sí responde a un cambio de paradigma en el pensamiento de la población, ya que unos años atrás no era ni siquiera tenido en cuenta.

Aceptación en nuestra ciudad

Respecto del afianzamiento de este tipo de construcción en nuestro medio, las fuentes del ramo consultadas indicaron que el sistema se está utilizando sobre todo en balnearios y casas constituidas por familias que se están construyendo su primera vivienda y por lo tanto es la población que se encuentra entre los 30 y los 40 años, y ahí es donde se está dando el cambio generacional de paradigma.

Al hablar de costos, en general todo el mundo evalúa lo que tiene que erogar de su bolsillo en ese momento; casi nadie evalúa los costos a futuro de una construcción (mantenimiento edilicio, costo de arreglos futuros, costos de climatización, etcétera) y esto es un error, ya que las unidades funcionales se construyen para un tiempo de uso prolongado y estos costos asociados al futuro, si no son tenidos en cuenta al principio de la obra, en algún momento llegan por lo que hay que sopesarlos en la comparación. Otro aspecto importante a la hora de cotejar costos es hacerlo sobre bases de comparación similares, es decir, que las características constructivas finales brinden el mismo servicio o sea similar.

El costo directo (desembolso inicial) de la construcción en seco es menor, no es amplia la diferencia pero ronda en un porcentaje nada despreciable. Lo que es una incertidumbre aún es la valuación a futuro de esas viviendas. La opción está instalada; será cuestión de que pasen los años suficientes como para que el sistema demuestre la veracidad las ventajas que propone o bien de un cambio generacional para que se modifique el paradigma de la “pared de 30”.

Las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre el método del steel framing

La construcción en seco genera múltiples interrogantes entre quienes planifican construir su vivienda. Esto porque viene a irrumpir un modo de pensamiento tradicionalista respecto a los sistemas constructivos tradicionales, que tan arraigados se encuentran entre los argentinos.

El tipo de construcción en seco, ¿puede repararse?
Las reparaciones son simples, la detección de problemas de perdidas en cañerías de agua es inmediata. El steel framing utiliza materiales inertes y nobles, como el acero galvanizado, lo cual lo hace extremadamente durable a través del tiempo.

¿Con steel framing puedo construir cualquier tipo de casa?
Esta construcción en seco permite realizar cualquier proyecto, desde lo simples a los más complejos, planta baja, uno y más pisos. Steel framing permite techos “cola de pato”, bow windows, lucarnas, balcones; cualquier tipo de terminación exterior e interior, un arquitecto puede diseñar sin restricciones. Todos los elementos del sistema son dimensionalmente estables, por lo que muros y pisos permanecen siempre rectos, no se tuercen ni deforman en el tiempo, ni tampoco dependen, como con otros materiales, de cambios de humedad que causan rajaduras, deformaciones y en general deterioro.

¿Qué hay de la rotura de tuberías en esta construcción?
Las reparaciones son sencillas, en muchos casos hasta el mismo propietario puede acometer los arreglos dentro de los componentes del steel framing. Una vez solucionado el problema se repone el sector de placa extraída, se masilla y se pinta nuevamente. En steel framing es más fácil detectar pérdidas, las manchas de humedad se reflejan directamente en la zona afectada, a diferencia de la construcción tradicional, donde la humedad puede aparecer a distancia del lugar.

¿Qué pasa con el steel framing bajo tempestades y terremotos?
En esta construcción en seco, la estructura resistente está formada por perfiles C y U de chapa de acero galvanizado de 0,89 a 2,5 mm de espesor. El cálculo refiere a los reglamentos de construcción CTE, Cirsoc. La estructura se calcula para la zona donde está la vivienda, para que resistan las cargas de viento y sismo, en todo caso, por su reducido peso, este tipo de construcción en seco tiene un comportamiento excelente frente a movimientos telúricos.

¿Qué sucede en caso de incendio?
Los aislamientos empleados, paneles de lanas minerales y los aplacados, son incombustibles y cumplen con las exigencias de protección al fuego. Con steel framing, al emplearse estructura de acero en vez de madera, se impide que el fuego se propague; en países con economías estables, las agencias aseguradoras reducen más del 25 por ciento las primas de seguros de casas con estructura de acero, frente a otras.

¿Qué hay de la corrosión si entra humedad?
Los perfiles de esta construcción en seco son de acero galvanizado, recubiertos con zinc puro en ambas caras, que los protegen de la corrosión. La chapa utilizada tiene al menos 275 gr cinc/m2, similar al utilizado para recubrimiento de las chapas galvanizadas de uso externo, de probada resistencia a la corrosión. La perfilería permanece encerrada entre placas de cerramiento interior y tableros de astillas por el lado exterior, la estructura del steel framing no tiene contacto con el medio ambiente, no están en un medio húmedo, no hay riesgo de corrosión. Si existe una pérdida de una tubería de agua, la cantidad de zinc que poseen los perfiles es más que suficiente para proteger al perfil de la corrosión; se aseguran durabilidades superiores a los 100 años.

¿Una vivienda steel framing necesita mayor mantenimiento?
Requiere el mismo mantenimiento que una vivienda tradicional. Algunos de los revestimientos exteriores utilizados, como el siding vinílico y metálico, carecen virtualmente de gastos de mantenimiento.

¿Qué sucede ante la caída de un rayo?
Igual que en una tradicional, la vivienda de construcción en seco debe ser protegida de las descargas eléctricas atmosféricas mediante un pararrayos, cuando se encuentre en una zona aislada. El hecho de tener una estructura metálica no actúa atrayendo los rayos, pues no está expuesta.