Pinamar – Punta del Este y un frágil equilibrio

Tras los anuncios de las autoridades de ambas orillas se puede inferir que el clima creado es más propicio para Pinamar, en particular Cariló que para el balneario oriental más sofisticado.

Durante el curso de esta semana que termina, Ámbito títuló una nota “Incertidumbre turística en Punta del Este, dispara boom de demanda en Cariló”.

La publicación hizo pie en las afirmaciones del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou quien anunció este jueves por la noche que “el país cerrará sus fronteras durante la temporada de verano por la pandemia de coronavirus”.

Lacalle Pou agregó que la experiencia internacional marca que los países que han abierto sus fronteras en temporada alta de turismo han tenido un pico de contagios.

Si analizamos, ambo países siempre se han caracterizado por las similitudes y algunas antinomias propias de vecinos, en este caso y en una primera lectura, pareciera que Pinamar quien muchos comparan con Punta del Este prioriza el tema económico por sobre la salud de la población. Pero esta afirmación no deja de ser una lectura acelerada pues para sacar conclusiones hay que analizar las presiones de cada lugar, la idiosincrasia y las motivaciones. En el caso de Pinamar, estamos hablando de un distrito de diferente color político con respecto al gobierno nacional con las consecuencias que ello acarrea. Además, para una pequeña comunidad el cierre de algunos comercios tiene un alto impacto que se vería agravado sin temporada. Conciliar requisitorias a los turistas y ansias desmedidas por vender darán como resultado un desbande generalizado producto del deseo de muchos por salvar la ropa.

"Muchos no van a compartir, es una decisión difícil. La estiramos, pero los elementos son contundentes", dijo el mandatario, aunque recordó que habrá una reunión con el equipo económico y con el Ministerio de Turismo para ultimar detalles sobre esta medida.

El gobierno oriental parece haber endurecido sus controles y extremará la vigilancia en sus fronteras y ha expresado que no titubeará en llevar ante la justicia a quienes incumplan las normas para evitar la propagación de la pandemia.

Para Pinamar la temporada, a priori, se presenta prometedora si consideramos que los argentinos no podrán cruzar el charco y si analizamos el contenido los dichos del gobernador que también ha facilitado el regreso de varias actividades afines con la época estival.

A pocos días del anuncio de Kicillof ya comenzaron a recibirse las primeras reservas de un mercado que asegura un incremento de un 30 / 40 % en las locaciones dentro de un mercado que se manifiesta en dólares. No obstante ello Cariló aparece como una de las localidades más beneficiadas.

“Hoy el público que no puede ir a Punta del Este, busca alquilar una casa durante los tres meses de calor, porque tampoco tendrá la posibilidad de realizar viajes al exterior”, explicaron desde una inmobiliaria de Cariló que reconocieron que en las últimas 72 horas se disparó la demanda.

Esta temporada puede ser analizada y verificar si en realidad quienes dejen de ir a Punta del Este visitarán Cariló, si las casas quinta que se ubican en un radio de 100 km de la CABA son competencia de los destinos costeros, si alcanza el recurso humano para garantizar tranquilidad y control, si los precios de la gastronomía y en general no suben de manera desmedida y sí se puede evitar los conflictos entre quienes se cuidan y respetan las normas y los que aún creen en su inmortalidad y sospechan que el contagio es un invento de lo chinos.