La justicia determinó que no existe riesgo de fuga ni posibilidad de entorpecer la investigación. Sin embargo, Bonavita y Taquichiri deberán cumplir con las siguientes restricciones mientras dure el proceso judicial:

Tienen prohibido salir del país sin autorización judicial. Deberán presentarse semanalmente en la comisaría más cercana a su domicilio durante los próximos cuatro meses. En caso de incumplimiento, podrían perder el beneficio de la excarcelación.

El pasado lunes también fueron liberados otros trabajadores de la obra, entre ellos Diego González y Miguel Choque Juchani, quienes, según se determinó, no tomaron decisiones en la reforma del edificio y no tienen responsabilidad directa en el colapso.

A pesar de que Bonavita y Taquichiri eran los últimos detenidos, no está claro que fueran los únicos responsables en la toma de decisiones. La fiscal del caso, Verónica Zamboni, ha escuchado testimonios que sugieren la participación de otros en el proceso de reforma. Uno de los contratistas señaló que había notificado sobre una orden de paralización en agosto pasado. Sin embargo, aseguró que el propietario y el arquitecto le indicaron continuar: “No paremos hasta que venga una orden de arriba”. El dueño, identificado como Antonio, y otra arquitecta de nombre María Paula, habrían tenido conocimiento de esta situación, aunque no se ha esclarecido su nivel de responsabilidad en la obra.

Tragedia y víctimas
El derrumbe, ocurrido el 29 de octubre en horas de la madrugada, resultó en la muerte de ocho personas: María Rosa y Nahuel Stefanic, Federico Ciocchini, Fabián Gutiérrez, Mariano Troiano, Matías Chapsman, Ezequiel Matu, y Dana Desimone. La única sobreviviente fue María Josefa Bonazza, esposa de Ciocchini, quien se encuentra en recuperación en un hospital de Balcarce.

Esta tragedia ha generado conmoción en la comunidad de Villa Gesell y sigue siendo objeto de investigación para determinar responsabilidades y prevenir futuros incidentes en obras en construcción.