Los hijos y la necesidad de una escucha atenta

Un hijo es como un terremoto, si los padres no tienen sólidos cimientos en su relación de pareja cuando el terremoto llega arrasa con todo.

Si vas a traer un hijo a la Tierra es importante que estés consciente de que esa vida estará antes que la tuya por el resto de tu vida.

Requerirá tiempo, dedicación, presencia, amor y paciencia. Si no lo has recibido o no has aprendido a prodigártelo a ti mismo, tu hijo será un gran desafío para ti y tu pareja.

Cuando la paternidad/maternidad es planeada, el contexto donde el niño llega y es recibido es otro. Un niño esperado, deseado, tiene grabado en sus células el amor de sus progenitores. En cambio, cuando un hijo llega “inesperadamente” es formado en un intercambio de sustancias químicas que responden a las emociones de su mamá. Esa impronta lo acompaña de manera más o menos inconsciente a lo largo de su vida.

Actualmente, observo en mi práctica profesional en un porcentaje alarmante niños y adolescentes depositados en escuelas en condiciones muchas veces inhumanas. Niños que requieren atención médica, psicológica, psicopedagógica, fonoaudiológica y sus padres muchas veces con poder adquisitivo para obtener estos servicios no lo hacen. ¿Por qué? Yo no diría que es por falta de amor sino de consciencia. Pareciera que no hay tiempo para los niños, no hay tiempo para lo que es verdaderamente importante.

Lo urgente es criarlos, asegurarles alimento y vestimenta. Sin embargo, sin una adecuada salud “emocional y mental”, además de la física, el desarrollo de nuestros niños es limitado, y mucho más su evolución.

Sé consciente de que tus palabras se graban en su memoria, si les dices barbaridades estás cortando sus alas. Si hablas mal de su padre/madre estás hablando mal de tu hijo porque él está hecho un 50% de ambos.

Que lo urgente no te nuble lo importante. Tus hijos requieren tiempo de escucha. Tiempo de presencia. Juega con ellos. Diles que los amas y escucha que les pasa. De todo lo que has vivido en este mundo, ellos son el legado más preciado que dejarás. Asegúrate de dejar lo mejor en ellos que garantice la evolución del planeta.