Es normal escuchar que exportar es “únicamente para empresas grandes”. Sin embargo, también es posible para un emprendedor o un empresario pyme.
Todo plan de negocio debería considerar la posibilidad de trabajar en mercados internacionales a mediano o largo plazo. Argentina cuenta únicamente con 45 millones de habitantes, un número minúsculo en comparación a los casi 8 mil millones del planeta. ¿Es una buena decisión ignorar al el 99,5% del mercado mundial?
¿Qué beneficios tiene exportar?
1- Diversificación del riesgo. Al trabajar en varios mercados el riesgo se distribuye, disminuyendo el impacto en caso de que uno se caiga.
2 - Atar los beneficios a una divisa dura. Es conveniente asegurar los ingresos en dólares o euros, que tenerlos en una moneda que se deprecia. Se produce en pesos y se cobra en dólares.
3 - Aprovechar la capacidad instalada. Afecta principalmente a empresas cuya demanda es estacional. Muchas veces las organizaciones no trabajan al 100% de su capacidad a lo largo del año, por lo que es conveniente trabajar en otros mercados para acercarse a ese número.
4 - Mejorar continua o Kaisen. El mercado internacional es cada vez más exigente por lo que los emprendedores se ven obligados a mejorar constantemente sus procesos, calidad y eficiencia.
5 - Mejorar la imagen de marca (branding). Una organización que exporta aumenta notablemente su posición como empresa.
Análisis y decisión gerencial
Una vez comprendidos estos beneficios, la gerencia debe hacer un análisis interno de la empresa: capacidad productiva ociosa, recursos humanos capacitados, reservas financieras, productos con potencial exportador, entre otras. Es vital que los directivos tengan una visión firme y apoyen el proyecto de internacionalización.
No es necesario que cuente con enormes volúmenes de producción, pueden realizarse exportaciones de pequeños lotes. Es importante destacar que es posible que la primera exportación “vaya a pérdida”. Sin embargo, gracias a la experiencia adquirida, a partir de los subsiguientes embarques, la pyme podrá cosechar ganancias a futuro.
Por otro lado, debe estudiar una serie de aspectos esenciales relacionados al mercado de destino: clientes potenciales, competencia, mercados, requisitos, aranceles, pertenencia a bloques económicos, alternativas de transporte, entre otros. Asimismo, deben cumplir los requisitos e inscripciones de dicho país, así como también, firmar el contrato de compra-venta internacional con el importador. Es importante destacar que concretar la primera exportación puede tomar de 6 a 18 meses.
¿Qué trámites se deben cumplir?
Antes de exportar, una persona física o jurídica debe cumplir con los requisitos exigidos por AFIP, entre ellos: estar registrado como importador/exportador, tener clave fiscal nivel 3, registrar los datos biométricos, antecedentes penales y mostrar solvencia. Por razones impositivas, es conveniente, pero no excluyente, ser responsable inscripto. Este proceso se puede realizar en aproximadamente un mes y es gratuito.
Es vital contar con un despachante de aduanas de confianza que se encargue de todos los trámites aduaneros, asesorare y acompañe en todo el proceso: desde la elección de la posición arancelaria hasta del asesoramiento impositivo. Las normativas del comercio internacional cambian constantemente y estos profesionales están siempre actualizados.
Conclusión
Cualquier pyme puede exportar, pero deben considerarse los mencionados aspectos para no fracasar en el intento. Exportar le abrirá al empresario pyme o emprendedor las puertas hacia el mundo. Enfrentará desafíos dignos de superar, pero al final, cosechará los frutos de su esfuerzo. Nada de lo anterior tiene sentido, si no se tiene el apoyo y la visión de la gerencia que impulse el crecimiento y la internacionalización de la organización.
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(*) Ignacio Posada. Docente de nivel Universitario y Secundario.
mail: iposada@uade.edu.ar