2017: Año Internacional del Turismo Sostenible

La declaración de Año Internacional pretende sensibilizar a los gestores políticos, empresariales y al público en general sobre la contribución del turismo sostenible como movilizador de cambios positivos en el mundo.

El 4 de diciembre las Naciones Unidas aprobaron la designación del 2017 como el “Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo”. Esta decisión llega en un momento de crecimiento del turismo en el mundo con una cifra record de 1200 millones de visitantes en el año 2015, y con un 4% de tendencia en alza para el 2016. Es indudable que tal cantidad de movimientos turísticos genera fuertes impactos en los territorios y en sus comunidades. Por ello esta medida reconforta como un reconocimiento a la contribución que hace un turismo bien planificado y gestionado a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: social, económico y ambiental.

No es la primera vez que se le otorga al turismo un reconocimiento de esta naturaleza. Han pasado cincuenta años desde la primera celebración de Año Internacional del Turismo, en 1967, bajo el lema “Pasaporte para la Paz”. En el 2002 se lo recuerda como Año Internacional del Ecoturismo y, en el 2017, las Naciones Unidas lo han anunciado como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.

Mucho se habla sobre desarrollo sostenible pero tal vez no todos recuerden que este término se hizo popular por la década del ochenta, a partir de ciertos acontecimientos que comenzaron a inquietar a los máximos referentes mundiales. Con el comienzo de la crisis energética aparecieron los informes de organismos internacionales alertando sobre imponer límites al crecimiento ante el agotamiento de los recursos en el planeta. El concepto de “sostenible” aparece por primera vez en el Informe Bruntland (1987), titulado “Nuestro Futuro Común”, presentado en la Asamblea General de las Naciones Unidas como “el proceso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus necesidades”, uno de los más grandes retos a los que se enfrentan no solo las economías sino las sociedades en general.

En el campo del turismo, el concepto se aplica para referirse a una forma distinta de ejercer la actividad, que al mismo tiempo satisface las necesidades de los turistas y de las regiones receptoras, mientras protege y fomenta oportunidades para el futuro. Se considera que las prácticas de gestión sostenible son aplicables a todas las modalidades turísticas, incluido el turismo de masa.

–Un turismo sostenible tiene que colaborar en la protección y conservación del ambiente en el que se desarrolla porque de él depende.

–Un turismo sostenible debe ayudar a reforzar valores de relación, intercambio de experiencias, enriquecimiento cultural tanto de los visitantes como de los habitantes del lugar.

–Un turismo sostenible debe reportar beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

Tomando como referencia las dimensiones presentadas se puede afirmar que una empresa que pretende alcanzar un desempeño operativo sostenible, no es sólo aquella que promueve ahorro y responsabilidad en el uso de ciertos recursos, o aquella que se involucra con los proyectos de su comunidad, o la que invierte en la mejor infraestructura y promueve la mejor calidad de servicio, sino que los tres ejes de la sostenibilidad requieren una armoniosa combinación de todos estos elementos y acciones.

Además de las empresas, las comunidades receptoras y los gobiernos también juegan un papel preponderante en la gestión del turismo sostenible. Argentina cuenta con el Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable Argentina 2005/2020, construido con una metodología participativa, donde cada región del país definió sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Muchas de las acciones que algunas provincias y municipios están haciendo actualmente en pos de un turismo sostenible parten de los lineamientos presentes en este plan estratégico.

El turismo es una actividad de servicio que se suele subvalorar y esta designación constituye una oportunidad única para impulsar prácticas empresariales responsables, cambios en las políticas públicas y cambios en el comportamiento de los consumidores de viajes, que permitan una revaloración del turismo por su contribución al desarrollo sostenible.