Administrar y reinvertir son la clave

De a poco, con la cautela de los grandes pasos, la cooperativa va ganando espacios con su entramado de fibra óptica, extendiendo un beneficio al que todos pueden acceder sin costos adicionales y acorde a la demanda actual.

En pocos días, Pinamar cumplirá 75 años. Su fisonomía tiene un rasgo que le confiere personalidad propia y que ha crecido junto a su comunidad: se trata de su cooperativa telefónica, Telpin, que hoy transita caminos inimaginables de una evolución constante y un desarrollo sostenido.

Dentro de este marco, la implementación de la fibra óptica ha dejado de ser una utopía y de manera paulatina va reemplazando al tradicional vínculo del cobre.

“Las redes evolucionan a fibra óptica. Básicamente, lo que te permite la fibra es desplegar velocidades con muchísimos megas. Podemos hablar de mil megas, como dice el avioncito que pasa por la playa y que nosotros también podríamos ofrecerla. La realidad es que el consumo de contenido en los hogares crece y se va a necesitar más ancho de banda disponible y, hoy en día, para cumplir esas necesidades y pensando en los próximos años, una inversión segura es la fibra óptica, que es lo que estamos haciendo. Va a llevar un tiempo porque es mucha inversión. Es un esfuerzo que hay que hacer en cuanto a plata y a recursos, pasando abonados de la red de cobre a la red de fibra, es casi como armar una red nueva con clientes que ya tenemos. Entonces, es una inversión que vamos a hacer paulatinamente. Hay un plan estratégico: a cinco a siete años poder tener lo que se llaman ‘casas pasadas’ con fibra óptica”, dice a modo de introducción el gerente comercial de Telpin, Leandro Laudano.

Se trata de una fuerte inversión que se logra merced a haberse proyectado una meta que no necesita ni de una agresiva campaña de abonados ni de un aumento en las prestaciones de la cooperativa; todo surge de un proceso administrativo, donde la reinversión es uno de sus aspectos más salientes. Así como hace tres años se comenzó con el barrio San José, la continuidad se realizó en Valeria y Ostende.

“Hoy estamos en un 20% de red renovada. Son los primeros años. El ritmo de avance es más lento, en general, hasta que uno termina de adoptar una tecnología y una forma de hacer las cosas. Con el paso del tiempo seguramente vayamos desplegando fibra de una manera más ágil y pasando clientes más rápidamente, pero hoy podemos decir que estamos en ese número, no concentrado en un lugar sino distribuido. Para este año tenemos proyectado una zona grande por Valeria, parte de Ostende y algunos tendidos en la zona de dúplex y probablemente Álamos o Tridente V. Hay varios proyectos más que están siendo analizados. Nos gustaría tener Pinamar todo fibrado ya, porque eso terminaría subiendo la velocidad promedio de la zona”, pero el avance debe ser proyectado y paulatino”, agrega.

Desde su especialidad, el marketing, Fabiola Roth se refiere a la concientización acerca de la importancia del cambio: “En paralelo, vamos haciendo un trabajo de comunicación y educación sobre los vecinos para que sepan para qué sirve esta nueva tecnología, porque para muchos vecinos es nuevo, aunque para otros la fibra óptica es algo anhelado desde hace unos años porque están mirando para otros lados que ya lo tienen. Entonces, nos pasa que hay barrios nuevos, como San José, donde tenemos la fibra en la puerta de tres mil hogares pero hay gente que dice: ‘Yo estoy bien con lo que tengo’, porque piensa que con lo que tiene le alcanza… Pero si tenemos en cuenta que hace tres años no mirábamos Netflix desde la tablet, Youtube desde la tele, etc., usos de la internet que cada vez parecen como más naturales. En realidad, la misma gente que tenía un uso de internet hasta hace unos años fue cambiando sin darse cuenta. Entonces, ahora lo que tiene no le alcanza, le queda corto. Nos pasa esto: el que venía con 3 MB, cuando leía el diario y chequeaba el mail estaba chocho, pero ahora no es lo único que hace. Imaginate un día sin internet. Entonces, nosotros empezamos a contarles que sobre la fibra pueden hacer estas cosas, como lograr que la tele tenga otro rendimiento o que se incremente la cantidad de bocas para conectar, etc.”.

Esta acción significa, de manera literal, hacer una nueva red en base a la reinversión fuerte, una de las características de la cooperativa. Hoy la valoración de internet es prioritaria, por distintos motivos, y Telpin lo ha entendido; de ahí la superación constante y el esfuerzo por seguir a la vanguardia con todo lo nuevo y bueno de un abanico de posibilidades que no espera y no deja de crecer.

El cambio de tecnología implica visitar un día la casa del cliente, cambiar el equipo que tiene, hacer una bajada nueva, a partir de lo cual ya cuenta con el nuevo servicio en el mismo momento. O sea que nadie se queda sin servicio y gana en beneficios logrando mayor velocidad y un mejor rinde en cada elemento que se vale de internet para su funcionamiento.

“Lo mismo con la distribución del wi-fi dentro de tu casa. No es lo mismo si tenés una casa de 70 metros cuadrados que una casa de 200 ó con muchas paredes. Esto también nos preocupa. Por eso desde hace un tiempo trabajamos con un dispositivo que mejora la potencia. Sobre eso estamos trabajando”, señala Laudano.

“Es lo que comentaba. Antes, uno solo tenía una computadora con un cable de red y eso era todo lo que le pedíamos a internet”, admite Roth, como una forma de visualizar que los nuevos desafíos no sólo tienen que ver con el espacio donde la fibra gana terreno sino también con el ámbito de lo privado. En ambos casos, Telpin piensa, proyecta y desarrolla.