Alerta por el aumento de varamientos de ballenas jorobadas en la región

Persiste un creciente registro de varamientos de la especie en las costas de la región. Se extiende en Brasil, Uruguay - de Franca Austral- y en las provincias de Buenos Aires y Chubut, en Argentina.

La aparición de ballenas varadas no son casos aislados. En lo que va del 2021, 97 ballenas jorobadas vararon muertas en Brasil, y es el estado de Santa Catalina el que registró la mayor cantidad: 33 casos en lo que va del año. Y esos datos son previos a hallazgos posteriores.

Durante agosto, el Instituto Gremar -de Brasil- registró el hallazgo de una ballena jorobada hembra juvenil muerta en la Playa de Enseada, ciudad de Guarujá. Fue el tercer caso en cinco días. Cinco días después, en Comodoro Rivadavia, Chubut, un ballena jorobada juvenil fue encontrada varada muerta. Ese mismo día, otro caso fue registrado en Claromecó, Provincia de Buenos Aires. Y, durante estos últimos días, el centro de rescate SOS Fauna Marina, de Uruguay, registró una ballena Franca muerta en las costas de Piriápolis. 

“Efectivamente se puede afirmar que hay un aumento tanto de avistamientos como de varamientos de ballenas jorobadas en la Provincia de Buenos Aires desde el 2018. Si comparamos la cantidad de varamientos entre 2010 y 2015, con los ocurridos entre 2015 y 2021, se registró un aumento del 80%”, sostuvo Gisela Giardino, docente de la cátedra de Mamíferos Marinos de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigadora del CONICET.

“Hay que tener en cuenta que, al estar prohibida la caza de estos animales, su población ha ido en aumento. Lo cual genera que sean más frecuentes la cantidad de avistajes y también de varamientos”, explicó.

Por otra parte, Giardino agrega: “El 91% de las jorobadas muertas fueron individuos jóvenes. Esto podría indicar que, ante la falta de experiencia, se fueron desorientando a la hora de encontrar alimento suficiente. Ante la falta de alimentación, se debilitan y quedan propensos a enfermedades. Sin embargo, según nuestro análisis de ballenas jorobadas que fueron registradas en la Provincia de Buenos Aires desde el año 2003, el 30% (7 de un total de 23) mostró algún signo de interacción de origen antrópico, sea por enredos en artes de pesca o colisiones. Este fenómeno también se evidenció en Patagonia con la ballena Franca”.

Si bien se trata de otra especie, el Instituto de Conservación de Ballenas, publicó un informe en marzo de este año donde evidencia el aumento de la interacción de redes de pesca o colisiones con la ballena franca austral. Según describe el informe, de un total de 3.811 ballenas francas foto-identificadas en Península Valdés entre 1971 y 2017, se detectaron heridas de origen posiblemente antrópico en 141 ballenas, que representaron el 3,7% de todos los individuos del catálogo y entre el 1 y 2% de las ballenas identificadas en cada década. Del total (141) de ballenas con diversos tipos de lesiones en cada década, las ballenas con heridas por enmalles en 1971-1979 eran el 3% mientras que en 2010-2017 ese porcentaje fue ocho veces superior llegando al 26%. 

"Nos llama la atención el numero creciente de avistajes de estos animales, tanto vivos como muertos. Otra posible hipótesis que existen es que podría existir una dispersión de sus presas generada por el aumento de la temperatura del océano como consecuencia del calentamiento global. Los animales comienzan a buscar sus presas en lugares atípicos”, agregó Sergio Rodriguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate de la Fundación Mundo Marino. Por otro lado, respecto a qué hacer si se encuentran cetáceos varados en playa, explicó: “Es importantísimo que las personas no se acerquen ni toquen el cuerpo del animal, como mostraron las recientes imágenes de lo ocurrido en Comodoro Rivadavia. Existe el riesgo de que transmitan una zoonosis. Esté vivo o muerto, hay que llamar a Prefectura Naval o al centro de rescate especializado más cercano”.