Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz
Con marzo vuelven los horarios habituales de las misas fuera de temporada y los viernes de la cuaresma tienen lugar las ceremonias del Vía Crucis: a las 18 en Nuestra Señora de la Paz y a las 19 en Laura Vicuña de Ostende.
También a partir de la semana del 8 del mes se retoma la catequesis de segundo año y comienza la inscripción para primer año, todo ello dentro de los protocolos de cuidados por el coronavirus.
“Son tiempos de incertidumbres que seguimos transitando”, reiteró monseñor Gabriel Mestre, en un mensaje dirigido a los diáconos, consagrados y laicos animadores de comunidades, pastorales, educativas, y de servicios, organismos y movimientos de la diócesis de Mar del Plata.
E hizo hincapié en dar ánimo, recordando a la multitud que le decía a Bartimeo: “¡Ánimo, levántate! Él te llama”. Implica ayudar a levantarse en nombre de Cristo, una categoría que define muy bien el servicio de animación pastoral como laicos, consagrados y ministros de Dios.
El obispo señaló que, en tiempo de pandemia, “es esencial procurar los cuidados sanitarios que en cada jurisdicción y en cada momento particular se nos vayan señalando”.
Pero advirtió que, a la luz de la experiencia vivida los meses pasados, “hemos ido descubriendo que no solo puede dañarnos el virus, sino que también lastiman la soledad, la falta de contacto, de afecto y de comunicación más directa con Dios y con las personas que amamos”.
El ánimo de no pocos niños, adolescentes, jóvenes, adultos, y adultos mayores se ha visto afectado por los diversos efectos de la pandemia, lo cual en muchos casos potenció situaciones de pobreza, exclusión y marginación social.
“Jesús ve nuestras necesidades, por eso, superando la apatía nos invita a levantarnos. Siguiendo su estilo, en nuestro servicio de animación pastoral, estamos llamados a combinar los buenos elementos de la cultura digital con los necesarios espacios de encuentro comunitario presencial, que hacen a nuestra identidad eclesial y que tanta falta nos hace como pueblo”, expresó.
Desde el inicio, la Iglesia mantuvo las celebraciones culturales y la catequesis a través de formatos digitales y otros medios. Y luego, con el correr de los meses, se realizaron en los lugares de culto de forma presencial según los aforos señalados.
Exhortó, como parte del servicio de animación pastoral, a “seguir proyectando con mucha creatividad y equilibrio la evangelización y la catequesis junto con el desarrollo de otros grupos de nuestras respectivas comunidades”.
Y, en clave de creatividad y equilibrio, a aprovechar el uso del espacio al aire libre, mientras el clima lo permita, y también en los lugares amplios que tienen algunas comunidades: salones parroquiales, SUM, gimnasios, tinglados, etc.