Aprender a escuchar, dialogar y discernir en tiempos de reflexión y perdón

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

Finalizó el año litúrgico 2021, con un hito importante para la Iglesia moderna: el lanzamiento del Sínodo Diocesano, que absorberá gran parte de las agendas parroquiales del período que se inicia el domingo 27, con el primer adviento.

El sínodo constituye una institución de vieja tradición eclesiástica, que el Concilio Vaticano II, a través del Decreto Christus Dominus, ha querido fomentar.

Las diócesis, en nuestro caso la de Mar del Plata, empezaron a convocar asambleas de sacerdotes, diáconos, consagrados, delegados de pastorales, responsables de Instituciones, movimientos, colegios y a todo el Pueblo de Dios, que prestan su ayuda al obispo para el bien de la comunidad diocesana y, por lo tanto, es imperativo que crezcan en la escucha, el diálogo y el discernimiento.

La semana anterior, en la Iglesia Nuestra Señora de la Paz, se juntaron los párrocos Daniel Climente (Sagrado Corazón de Jesús, Gral Madariaga), Pablo Bosisio (Inmaculada Concepción, Villa Gesell, el padre Pablo Etchepareborda (San José, Balcarce) y el de Pinamar, Marcelo Panebianco, con la participación del diácono permanente de Inmaculada Concepción, Marcelo Benavídez, para concelebrar una misa.

A su término, compartieron una reunión de sinodales de la Zona 6, preparatoria del relanzamiento del Sínodo Diocesano, cuya ceremonia central tuvo lugar el 22 de noviembre pasado en la Iglesia Catedral, Mar del Plata.

Los jóvenes también aprovecharon la reanudación de la presencialidad de la Invasión de los Pueblos, la semana pasada en Miramar, para ejercitar las premisas sinoidales.

Bajo el lema #Cuidarlavidacomoviene, que significa poner en práctica terrenal el amor al prójimo en un sentido integral, la futura generación incorporó la metáfora de la Iglesia como hospital de campaña, que recibe y sana a todos, e inclusive la casa común, como destinataria de nuestra misericordia.

Con este encuadre que imbrica liturgia con acción pastoral se abre, en consecuencia, el calendario litúrgico 2022: con el tiempo del Adviento como preparación a la Navidad.

El domingo se inicia el adviento, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo.

Durará 28 días, dado que abarca los cuatro domingos anteriores a la fiesta de Navidad: 27 de noviembre y 4, 11 y 18 de diciembre, el cuarto.

El término viene del latín “adventus”, que significa venida. Es un tiempo de alegría y agradecimiento por el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo, una fiesta que se añadió tardíamente después de la de Pascua dentro del calendario litúrgico.

Las cuatro semanas que preceden a la Navidad son una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.