“Bajemos los precios, depende de nosotros”

Solo se trata de firmar las planillas expresando la adhesión al proyecto. De esa forma, y luego de superar el 1,5 % del padrón electoral, se logrará que se discuta para consensuar modificaciones y considerar su posterior aprobación.

El contador y economista Aldo Pignanelli visitó Pinamar para dar detalles del Programa Bajemos los precios. Convocado por el Frente Renovador Pinamar, dio una charla en el Hotel Las Calas, acompañado por Alejandro Bonavita, licenciado en economía y asesor de la Cámara de Senadores bonaerense.

Bajemos los precios forma parte de un plan más ambicioso y se circunscribe a once alimentos que forman parte de la canasta familiar básica.

“Hace ya ocho días, firmado y encabezado por Margarita Stolbizer y Sergio Massa se presentó este proyecto de ley. Hay un acuerdo que hasta ahora es un acuerdo legislativo, el de presentar proyectos en común, que viene funcionando muy bien desde hace más de un año. Mi deseo es que esto se concrete en un acuerdo electoral como para que en forma conjunta el Frente Renovador, el GEN y Libres del Sur (que conformaba un frente con el GEN) nos podamos presentar en forma conjunta, por lo menos en la provincia de Buenos Aires. Este proyecto se trata de eliminar la totalidad del IVA en 11 productos de la canasta básica de alimentos, lo que significa una reducción en los precios de entre el 10 y el 20%”, dijo Pignanelli en el inicio de la charla.

El economista reconoció que hay una tendencia al alza de los alimentos que se va a hacer más ostensible hacia la fecha de las elecciones. Agregó que dentro de este marco el gobierno está dilatando el incremento de las tarifas de los servicios aunque señaló que ya hay ajuste en la tarifa de la electricidad y el precio de los peajes.

“Este es un contexto donde nosotros necesitamos que el Estado cumpla su verdadero rol –prosiguió– y dentro de él queremos darle herramientas al Estado para que a través de esta ley se pueda, de alguna manera, favorecer a la gente y no a los grandes grupos económicos concentrados en los grandes supermercados”.

Lo que se pretende es lograr una adhesión del 1,5% del padrón electoral, lo que por ley, según la reforma de 1994, permitiría que fuera tratado el proyecto de la ley de góndolas, que obligaría a los supermercados a que no expongan nada más los productos de las grandes empresas sino que también estén obligados a poner las marcas de los pequeños y medianos empresarios.

“Por supuesto, ya han salido a criticar la iniciativa algunos funcionarios sin entender de qué se trata. El propio ministro de Agricultura salió a decir que nuestra propuesta no tiene sentido, que no sabe quién va a terminar pagando el IVA. No tiene la menor idea de lo que dice. Estamos considerados como la fábrica mundial de alimentos, donde no puede ser que los alimentos sean más caros que en los países desarrollados. Esto no tiene ningún sentido porque los salarios no son más altos que allá. O sea, pagamos un 50% más pero ganamos mucho menos. La síntesis de nuestro eslogan es que bajen el nivel de confrontación. El gobierno está peleando con el pasado porque le conviene. Nosotros debemos discutir el presente con el futuro. Habla del pasado porque se compara con el desastre del gobierno anterior; del presente no habla porque son ellos, da vergüenza hablar. Hablan del futuro”, reflexionó para luego decir que somos la segunda o tercera inflación del mundo, compartiendo el mismo nivel de Ucrania, un país que está en guerra civil.

Luego de una salva considerable de aplausos, le tocó hablar a Alejandro Bonavita, quien dijo, en primer término, que los alimentos aumentan en mayor medida que los otros bienes, lo que ha dado como resultado que el consumo vaya cayendo mes a mes. Aclaró que no es porque la gente quiera consumir menos sino porque hay gente a la que no le alcanza para comer.

“Ello es lo que motiva el proyecto integral que se denomina de emergencia alimentaria. Tiene varias aristas, una de ellas es reconocer que está en una emergencia de este tipo porque hay gente que no puede llegar a comer. Incluye la ley de góndola y también la reducción de IVA a once productos de la canasta alimentaria. Que son los que la gente utiliza cotidianamente para satisfacer sus necesidades alimentarias. Hay estudios que estiman que por lo menos el 40% de lo que paga el consumidor es un contenido impositivo, donde se incluyen impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales. Reducir el IVA tiene que ver con reducir la carga impositiva”, comenzó Bonavita.

Además de bajar los precios, lo que se busca es aumentar la competencia, dado que con ello termina beneficiándose el consumidor. Ninguna empresa tiene que acaparar más del 40% de la góndola, estipula el proyecto de ley.

“Este proyecto se trata de eliminar la totalidad del IVA en once productos de la canasta básica de alimentos, lo que significa una reducción en los precios de entre el 10 y el 20%”

“Lo que prevé este paquete de medidas, dentro de ello un acuerdo de precios. Cuando uno hace memoria sobre este tipo de medidas recuerda enseguida a Precios cuidados, una política heredada del anterior gobierno. ¿Cuál es el problema? Es que precios cuidados decía que determinado producto, en determinada variedad, en determinado paquete y marca, va a valer tanto. Si el producto es de otra marca o se vende en otro mercado, o como pasaba, que se envasaba con otro contenido (peso o unidades) queda fuera del acuerdo y de Precios cuidados, algo que no ocurre con este programa nuevo, ya que se trata de fideos o carnes en general, por citar un ejemplo”, amplió el economista.

No obstante no contar con un lapso de tiempo importante como para poder lograr una mayor convocatoria, la concurrencia ocupó el generoso espacio del Hotel Las Calas. Asistentes que hicieron preguntas de interés, dado que se trata de un tema sensible, especialmente en un partido que vive de la temporada como quien vive de un monocultivo.