Lo mismo sugirió la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para celebrar en el país, el pasado martes 27 de junio, con una misa homenaje las Bodas de Plata de su ordenamiento como obispo en Buenos Aires.

El objetivo es que “toda la Iglesia en la Argentina abrace al papa Francisco con su afectuosa oración, adhesión a su Magisterio y acompañándolo en su ministerio apostólico en la Iglesia y en el mundo”, describe la carta firmada por el secretario general de la CEA, monseñor Carlos Malfa.

El presbítero Jorge Mario Bergoglio, que en una época vivió en una residencia jesuita en la provincia de Córdoba en Argentina, ya sabía desde el 13 de mayo de 1992 que sería consagrado obispo auxiliar de Buenos Aires. Una semana después, el 20 de mayo, se hizo público que san Juan Pablo II lo había designado para el cargo, dándole la sede titular de Aucan.

En esa fecha de 1992, san Juan Pablo II eligió obispo titular de Auca y Auxiliar de Buenos Aires al entonces R.P. Jorge Mario Bergoglio S.J. Recibió la ordenación episcopal el 27 de junio de 1992, de manos del cardenal Antonio Quarracino. El 27 de junio, el Santo Padre celebró sus Bodas de Plata Episcopales.

Asimismo, se celebró ayer, 29 de junio, la fiesta de san Pedro y san Pablo, conocida popularmente como los “Sampedros”, que se prolongará por una semana y, como cada año sucede con las más tradicionales, suscita gran expectación entre los burgaleses.

Los fuegos artificiales, la gran fogata popular, la feria taurina, los pasacalles y la presencia de la feria de atracciones se complementan con una oferta lúdica cada año más completa y sorprendente.

San Pedro y san Pablo son apóstoles, testigos de Jesús que dieron un gran testimonio. Se dice que son las dos columnas del edificio de la fe cristiana. Dieron su vida por Jesús y, gracias a ellos, el cristianismo se extendió por todo el mundo.

San Pedro fue uno de los doce apóstoles de Jesús. Su nombre era Simón, pero Jesús lo llamó Cefas, que significa “piedra”, y le dijo que sería la piedra sobre la que edificaría Su Iglesia. Por esta razón, le conocemos como Pedro.

Era pescador de oficio y Jesús lo llamó a ser pescador de hombres, para darles a conocer el amor de Dios y el mensaje de salvación. Él aceptó y dejó su barca, sus redes y su casa para seguir a Jesús.

El nombre hebreo de san Pablo era Saulo. Era judío de raza, griego de educación y ciudadano romano. Nació en la provincia romana de Cilicia, en la ciudad de Tarso. Era inteligente y bien preparado. Había estudiado en las mejores escuelas de Jerusalén.

Toda esa sapiencia adquirida la aplicó en la prolífica misión cristiana evangelizadora que llevó a cabo como apóstol de Jesús.