Bristol city

Si bien es un tema que ya hemos hablado en otras oportunidades, no deja de ser importante y necesario. Qué temporada esperamos y cómo la esperamos.

Mucha gente se pregunta cómo pensamos que será la próxima temporada, y la verdad que mi respuesta es una repregunta. ¿Por qué creen que debería ser mejor que la del año anterior? Creo que la respuesta tiene dos explicaciones. Por un lado, y por ahí la parte más aburrida de estas líneas (espero que leas hasta el final), es la situación macroeconómica de nuestro país. Quieras o no, esto nos afecta y mucho. Yo sé que hoy te parece importante si Boudou estaba descalzo o si Marcelo va hacer el Aquadance, pero posta, nosotros, en nuestra ciudad, tenemos que preocuparnos bastante. ¿Vos sentiste el invierno? (Me refiero a vos, privado, no a vos, ñoqui del Estado que cobrás tranqui tus 60 lucas todos los meses). Digo, el invierno para los que laburamos y damos laburo.

Tenemos hace tiempo un dólar barato, ya que si bien ha subido, este no ha acompañado ni la inflación ni la suba de costos, con lo cual hoy veranear en el exterior, medido en dólares, es más barato que hace un año y aun más barato que hace dos. Desde Ella, hasta el papá de Antonia, el dólar quedó muy atrasado. Ahora, nuestros costos se han ido incrementando debido a la inflación, aumento de tasas (ojo con las que se vienen ahora), materias primas, ajustes de tarifas y salarios. Es decir que nos hemos vuelto caros, ya que esos costos se han trasladado en su mayoría a precios, pero no al dólar, con lo cual subieron nuestros precios en peso pero el dólar sigue medianamente planchado, sin acompañar estos aumentos. En el exterior, es decir, donde todos los amigos de la cirujana de Nordelta veranean, al no tener inflación, los precios se mantienen de hace años estables, con lo cual no solo podés planificar tus gastos sino que, si sabés usar una calculadora o aunque sea un ábaco, te vas a dar cuenta de que es más barato viajar y además te ofrecen innumerables formas de pago. Pesos, dólares, tarjetas, cuotas, billetes de estanciero, etc. Acá no aceptamos ni débito. Por último, relacionado a esto no voy a entrar en la extraordinaria experiencia de viajar, del clima o de las playas con las cuales no podemos competir. Solo hablo de Cold Numbers.

Es decir que, hasta ahora, va ganando viajar al exterior 3-0. Sigamos. En relación a nuestro principado, qué cualidades o virtudes diferenciales como municipio tenemos para ofrecerle al turista que no hayamos hecho en las pasadas temporadas. A priori, podrías responder, el frente marítimo renovado. Punto para vos, pero pido el VAR. Te invito a que recorras la Avenida del Mar, en su totalidad, y la costanera en parte de Ostende Hollywood, Valeria y Cariló. Si bien es cierto que los balnearios han renovado casi en su totalidad su aspecto, lo que denota el grado de inversión realizada, el entorno claramente no acompaña. No vamos a entrar en detalle de los frentes de la mayoría de los edificios o casas que dan al mar, todos con falta de mantenimiento y en claro deterioro, sino en el estado general de la avenida, de los accesos y fundamentalmente del orden y de la limpieza de la misma. No solo seguimos con restos de escombros y ramas por doquier, sino que tenemos contenedores de basura en mal estado, incumpliendo la reglamentación vigente, con toda la basura a la vista y puestos en cualquier sector. Digo esto porque el turista lo ve. ¿Pensás que exagero? Te pido que hagas el Bristol Tour. Entrá por la ruta a Pinamar, y lo primero que ves no son los pinos. No way. Ves una especie de estacionamiento en plena entrada, con depósitos de camiones, máquinas viales y restos de autos. Eso es a tu mano izquierda, pero, si girás hacia el lado preferido del Pro, encontrás no solo a la policía con sus pocas y para nada grasas banderas, sino que ves todos los autos chocados y quemados en plena entrada.

Una vez que superaste y si no te chocaste con ninguna de las viejas estructuras de carteles que nunca removieron, a no más de 200 metros tenés una casa abandonada, justo al lado de la Secretaría de Turismo. Hermoso.

Seguís por plena avenida y a tu izquierda tenés el monumento al grasa y al mal gusto. La terminal de ómnibus. Les paso un tip. Tápenla toda con árboles. No podemos tener eso en nuestro ingreso. ¿O estamos en el Partido de la Costa? Seguís más metros y tenés predios abandonados, ya las veredas no existen, el asfalto en mal estado, despintado y sin mantenimiento. Esto solo es una muestra de la ciudad que hoy tenemos. Si seguís recorriendo encontramos de estos ejemplos por todos lados. Pastos largos, plantas sin riego, cordones sin pintar, frentes de edificio abandonados, galerías horribles, cestos de basura, comercios tapiados, comercios cerrados hasta Navidad, falta de veredas, escasa iluminación y podría seguir. No es mala onda, solo es un pantallazo de lo que uno observa y no encuentra en muchos de los lugares por los que los turistas hoy no eligen venir a Pinamar.

Comento todo esto porque el otro día leía en las redes sociales algunas quejas de vecinos de nuestro principado, en relación al estado de la Avenida principal, y de los frentes de los comercios y edificios. En definitiva, uno observa que, por culpa del Estado y del privado en su conjunto, tenemos la ciudad que tenemos, pero siempre pretendemos más de lo que realmente merecemos.

Creo que estamos en un punto de inflexión. Pasarán varias temporadas más para poder recuperar el Pinamar que supimos tener, pero claro está que es una decisión nuestra y de todos los días. Todos debemos colaborar con nuestro esfuerzo para no solo tener un mejor comercio, sino brindar un mejor servicio, para que nuestras playas, no terminen siendo como la Playa Bristol.