Buscan recuperar espacio público

La idea surgió de un legislador de Cambiemos que vio que hay un gran porcentaje de la superficie pública que está ocupado por particulares. El criterio es normalizar la situación a partir de la inspección y un posterior emplazamiento a cumplir con lo requerido.

El concejal Augusto Urrizola encabezó la iniciativa de normalizar la ocupación del espacio público y remediar una serie de situaciones, de antigua data, que nunca fueron resueltas. Su observación está centrada en arterias troncales y, en un mismo sentido, el proceso de normalización se extenderá hacia otras calles donde la invasión del espacio público también es evidente.

La iniciativa fue acompañada por los concejales integrantes de la Comisión de Planeamiento y será tratada durante la sesión ordinaria de la fecha.

“Lo que me parece, a diferencia de otros años, es que en este se da la particularidad que el Estado municipal ha realizado una enorme inversión en materia de mejoramiento del espacio público, tanto en las avenidas Espora como Víctor Hugo y también, con aciertos y errores, sobre la avenida Bunge a la altura de la Avenida del Mar y también Marco Polo. Junto con esa inversión, me parece, tiene que ir otra acción del Estado municipal, que es regular el uso que los frentistas comerciales hacen del espacio público, de manera de evitar que haya excesos. Lo ideal sería que para el futuro podamos desarrollar un programa de diseño de todo el espacio público de la Avenida Bunge. Yo lo imagino linealmente hecho desde Avenida del Mar hasta Burriquetas, continuarlo hasta Intermédanos y que ese paseo sea con prioridad del peatón y el ciclista y que tenga en la intersección con los usos gastronómicos la posibilidad de coexistir. Por supuesto, cada uno pagando el derecho que corresponde como ocupación del espacio público. Recordemos que la Avenida Bunge tiene una configuración propia de una ruta: son 60 metros de ancho de línea municipal a línea municipal porque era la Ruta 74, que moría en el mar. Entonces, eso da múltiples posibilidades de ocupación de ese espacio. Se trata de tener un equilibrio adecuado entre el interés comercial legítimo que puede tener el frentista con la democratización del uso del espacio público al que aspiramos todos quienes habitamos o visitan nuestra ciudad”, detalla el edil.

Según Urrizola no es lo mismo instalar mesas de manera ordenada sobre la acera que hacerlo en una especie de cajita de madera y cristal, con techo, e invadir el espacio público con una prolongación de lo que es el espacio cubierto habilitado.

Por otro lado, hay tramos de la calle principal donde los espacios ocupados en el sector público duplican largamente el espacio bajo techo, que, a la sazón, muchas veces sirve más de espacio donde guardar sillas y mesas que para otra cosa.

“Eso ocurre. El tema es regularlo. Me comentaba la gente del área competente del Ejecutivo que ya lo empezaron a hacer, tanto en Espora como en Víctor Hugo, notificando a los frentistas, que es muy oportuno porque estamos justamente en la etapa de terminación de esas dos obras en lo que hace al espacio público y se engarza perfectamente con mi propuesta para hacer lo mismo en la Avenida Bunge y yo le agregaba avenida Shaw desde Bunge hasta Martín Pescador, que son las dos arterias principales desde lo comercial de Pinamar; y después, seguramente, habrá muchos otros lugares también que verificar. Tenemos una cultura de años en materia de una ocupación indebida del espacio público y poco a poco hay que empezar a removerla”, añade.

Primero, la Municipalidad procederá a verificar con precisión los espacios ocupados ilegalmente; luego, sobrevendrá una etapa de emplazamiento y, en caso de detectar una irregularidad, se fijará una fecha límite para solucionar el conflicto antes de la temporada alta.

Urrizola ha publicado varias fotos en Facebook, lugares de conflictos históricos, y que extrañamente han sobrevivido a las distintas gestiones: “Son cinco o seis imágenes. Hay varios casos más. Yo quise ir señalizando desde el punto más paradigmático del espacio público, que es nuestra cara de entrada, que es Bunge y el Mar, en el resto del recorrido de Bunge y también sobre Shaw. Hay varios casos sobre Avenida Bunge y el Mar, que son ejemplificadores de una situación que se repite. En la medida en que el cumplimiento de las ordenanzas sea exigido a todos por igual, entiendo que no tiene por que traer colisiones con los contribuyentes sino al contrario, darle igualdad a todos. Creo que eso es un sinónimo de una buena administración”.