Una crítica constructiva
Con mucha tristeza mando estas líneas para comentar el estado de deterioro del viejo Golf de Pinamar.
Vengo aquí desde hace 38 años y siempre, cuando puedo, me juego esos nueve hoyos de una linda cancha, bien diseñada con farways amplios y con las dificultades que proporciona la naturaleza.
Qué pena me dio recorrerla hace unos días; está totalmente descuidada, los pastos largos, los greens pelados sin banderines y con un agregado, que a las dificultades propias de la cancha se le suma la de grupos de gente que hacen picnic al cobijo del viento, de otros que cruzan la cancha caminando o en bicicleta, de intrusos que intentan vender pelotitas y hasta un grupo de muchachos jugando al fútbol en un green.
Señores de Pinamar SA, no desconozco lo costoso de mantener una cancha de golf y seguramente lo poco rentable que les debe resultar esta cancha, sobre todo teniendo la otra en impecable estado, pero no pueden abandonar algo, ya que su destino va a ser incierto.
Este Pinamar que se renueva y que tiene destino de ser una mejor opción para el descanso, el ocio y el deporte no se merece semejante desprecio.
Espero colaborar con estas líneas para que tomen conciencia de que la imagen de un lugar la hace el todo y si una parte se descuida se deteriora el resto.
La atención del bar del Viejo Golf es correcta y amable.
Cuiden el patrimonio propio que está al servicio de los demás.
Saludos cordiales.
Carlos Primero Narváez
DNI 8586197