Combaten el uso excesivo de la sal

A través de medidas y campañas, se trata de concientizar. Experiencias realizadas con consumidores han demostrado que no perciben cuando a los alimentos se les reduce la cantidad de sal.

La ingeniera en alimentos Evelina Sangorrin se refirió a la ingesta en exceso de sal de cocina y los efectos que provoca, especialmente en lo relativo a cardiopatías. Obviamente, desde el Estado siempre hay recomendaciones al respecto y hasta normas que inciden en la operatoria de los lugares de comida, que tienen prohibido poner saleros en la mesa, salvo en los casos en que el cliente lo requiera.

Sobre el tema, la funcionaria municipal a cargo del área de Bromatología señaló: “Ya hace unos años que se viene trabajando desde el Ministerio de Salud de la Nación y Provincia en la reducción de la sal y se han elegido los productos panificados, el pan, sobre todas las cosas; reducir de alguna manera la cantidad de sal que tienen estos productos porque está estimado que la mayoría de la población consume este tipo de alimentos. Está estimado que se consume 200 gramos de pan por día, y a través de los productos panificados nosotros consumimos entre tres y cuatro gramos de sal diaria. La Organización Mundial de la Salud promueve que cada individuo debe consumir hasta cinco gramos de sal diaria, y esto en su mayoría proviene de los productos panificados y también todo lo que es alimentos elaborados. Por eso empezamos con este tipo de alimentos a trabajar con los panaderos. Hay algunos que están cumpliendo perfecto con la reglamentación. Hay una ley provincial en reducir la cantidad de sal en sus productos por cada kilo de harina que se utiliza. Con ello, nosotros, lo que hemos otorgado, desde el área, son unos dosificadores [para] que en principio las panaderías comiencen a medir la cantidad de sal y que esto sea algo paulatino. No es cambiar la postura de un día para otro sino trabajar con las panaderías y por eso convocamos a la nutricionista de la Secretaría de Salud como para que nos ayude a hacer ese cambio en la mentalidad, tanto de consumidores como de elaboradores”.

Afortunadamente sigue vigente la ley de quitar los saleros de las mesas y se apunta a promover el uso de los sobrecitos de sal fina, con la ventaja de usar una cantidad mínima de sal. Está demostrado que si uno reduce un 25% de la cantidad de sal, quienes ingieren estos alimentos no notan la diferencia.

“En realidad, la sal desencadena muchas patologías, más que nada cardiovasculares. Hoy en día hay una prevalencia muy alta sobre este tipo de patologías, en las cuales hay que empezar con la prevención. Se pueden observar casos de niños con obesidad infantil o problemas cardiacos infantiles. Quizás en una edad muy pequeña comienza a haber problemas; entonces, la idea es más que nada prevenir estas patologías. Por lo tanto, siempre se aconseja el uso moderado y equilibrado (aquellas personas que ya tienen diagnosticada una patología, como hipertensión o problemas coronarios, con mayor razón: deben restringir al 100% el sodio), y este proyecto está muy bueno para que la gente tome conciencia y sepa qué panaderías tienen o cuentan con panificados reducidos en sodio. Hoy en día lamentablemente no se sabe o hay mala información. Entonces, por ahí, una persona hipertensa consume pan pensando que no le va a pasar nada y sin embargo influye muchísimo en la dieta a la hora de sumar el sodio”, concluye.