Equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz
La esperada primera Sesión del Sínodo que se ha estado poniendo a punto en el marco de la pandemia del coronavirus empezó finalmente este jueves, y estuvieron presentes alrededor de 400 sinodales de toda la diócesis, que trabajaron en común propuestas para una Evangelización y Catequesis renovadas.
En la prédica del retiro espiritual de cuaresma, que tuvo lugar en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Gral. Madariaga, el obispo Gabriel Mestre dio los últimos toques entre los sacerdotes de la diócesis que participaron del encuentro para que se aprovechen al máximo las cuatro sesiones que compondrán la agenda a desarrollar.
Luego de casi cuatro años de labor pastoral, todos las ámbitos de la diócesis tendrán la oportunidad de desplegar un intenso trabajo en este Primer Sínodo Diocesano bajo el lema “Caminemos juntos en la audacia del Espíritu para una Evangelización y Catequesis renovadas”.
La celebración del Sínodo tiene asignadas las siguientes fechas: 24 de marzo, 14 de mayo, 17 y 18 de junio y 14 y 15 de agosto, cada sesión con su particular modalidad de trabajo.
Todos los miembros sinodales titulares elegidos por sus comunidades tienen el deber de participar en todas las Sesiones del Sínodo, de forma de aportar lo que se vaya reflexionando al espacio eclesial de origen.
La misa de Inauguración en la Catedral se llevó a cabo el jueves 24 a las 9.30, presidida por el obispo de Mar del Plata, y participaron los fieles de la diócesis.
En esa celebración todos los sinodales, titulares y suplentes, hicieron su profesión de fe y luego los titulares continuaron la primera Sesión en el Colegio Santa Cecilia hasta las 18.30.
En esta sesión inaugural se trabajó sobre todo en los “Sueños” que volcaron todos los miembros de las diócesis con sus propuestas para compartir en el grupo de trabajo en el cual pusieron en común lo reflexionado en este tiempo.
En cada sesión hubo un espacio para la intervención de los sinodales ante la Asamblea.
En la página web del obispado se explica que la sinodalidad es el caminar juntos en la audacia del Espíritu de la comunidad de fe y amor de los discípulos misioneros del Señor.
Es el modo de ser de la Iglesia que regaló Jesús y que queda de manifiesto en los textos del Nuevo Testamento y en lo más genuino de la tradición eclesial.
La sinodalidad no es un evento, es un estilo de ser Iglesia que está en su ADN.
No puede haber Iglesia que no sea sinodal.
El estilo sinodal, que no es optativo ni se negocia, reclama espiritualidad, actitudes y caminos pastorales adecuados. Uno de ellos es la realización de sínodos como acontecimientos particulares de la vida eclesial.
Finaliza diciendo que la Iglesia invita a los sinodales para que sean verdaderos discípulos de la escucha, el diálogo y el discernimiento en cada tema que se vaya a desarrollar en el aula sinodal.