Contagiémonos

Por Fernanda Grimaldi
Consultora especialista en comunicación y marketing. Licenciada en relaciones públicas, con maestría en comunicación institucional y posgrado en recursos humanos.
fgrimaldiarg@gmail.com

Este domingo, de acuerdo al calendario escolar anual, terminaron las vacaciones de invierno. Pasaron 136 días desde el inicio de la cuarentena y el aislamiento social obligatorio. Y los chicos tuvieron clases presenciales solo durante 2 semanas. Hoy todo se siente como algo propio de una película surrealista o más bien apocalíptica, de esas que presentan situaciones que todos creemos que nunca pasarán realmente.

Sin embargo, acá estamos. No es un libro que si a uno no le gusta lo cierra y lo deja sin terminar. En el centro de todo, estamos nosotros, expectantes. En algunos casos reenfocando nuestras prioridades, en otras deseando que algunas cosas vuelvan a ser como antes, o reinventándonos y aprendiendo a transitar algunas situaciones por primera vez. La mayoría cuidándose y cuidando a quienes más quieren para superar con los menores sobresaltos posibles estos momentos.

Con la necesidad imperiosa de tener un horizonte claro y una certidumbre que no aparece, están quienes con ímpetu y un entusiasmo imprescindible nos encontramos empezando. Están iniciando una relación, un emprendimiento, un proyecto, un estudio, invirtiendo y apostando sin prestar atención a un panorama que podría ser más nublado que soleado.Están naciendo, y siempre los nacimientos son momentos de felicidad, incluso en las circunstancias más adversas.

No queda más que admirar y apoyar a todos los que siguen empujando más allá de todo, del contexto, de las trabas, de las cuarentenas, de los protocolos, de la falta de reglas claras en algunos casos, de la escasa ayuda por parte del estado en otros. Porque ponen su energía, su fuerza, su creatividad, sus emociones, sus recursos por delante de todo. Y todo es todo.

Acompañemos, alentemos, ayudemos a quienes hoy están mirando hacia adelante cuando la mayoría solo mira el aquí y ahora. No son ilusos, idealistas o inconscientes. Son personas de carne y hueso, como vos, como yo, que no se dejan ganar por el entorno y el contexto y salen a empujar y rodar la rueda de todo comienzo.

Aquellos que nazcan en 2020 lo habrán hecho en un momento convulsionado, cambiante y difícil. Su realidad será diferente a la nuestra indudablemente. El COVID 19 obliga a sentar las bases de un nuevo orden en el mundo, donde los vínculos, el trabajo, las relaciones, el esparcimiento, la educación, la economía y hasta el deporte se verá modificado. Quizás sea la oportunidad de rectificar el rumbo de algunas cosas, barajar y dar de nuevo. Y siempre los inicios son maravillosos, incluso cuando empecemos desde muy abajo, con limitaciones y mucha incertidumbre, tiene la gracia de ser el primer paso a un futuro que siempre es esperanzador. Por eso contagiémonos de la resiliencia, fuerza y visión de los que apuestan siempre a más, los que ven más allá y se enfocan en lo que vendrá con una mirada positiva. Contagiémonos de ellos.

Foto: Freepik