Cuando el rock hizo pie en la arena

Con la llegada de un nuevo libro, el rock nacional enriquece su bibliografía de idas y desencuentros propios de una juventud que buscó canalizar su rebeldía en el clima hosco de la represión y la falta de comprensión.

Juan Ignacio Provéndola es un periodista geselino, a quien para describirlo en su esencia profesional habría que tomarse el tiempo y el espacio que necesita una personalidad multifacética y de trascendente actuación para ser justos a la hora de detallar su curriculum.

Hoy es motivo de una nota periodística, ya que acaba de publicar Villa Gesell, Rock & Roll, un compendio donde su querida ciudad costera y la música urbana de nuestro país empiezan a caminar de la mano un largo camino que llega hasta estos días.

El lector desprevenido podrá apreciar en la ilustración de la portada la imagen del fundador de la villa cantando; en una segunda visión hay otros detalles para tener en cuenta: “En la tapa, el cuerpo es de Elvis Presley en el Rock de la cárcel y la estética del color de fondo y las letras son de un álbum de los Sex Pistols que fue el primer disco de la historia del punk. El diseño lo hizo Juan Ignacio Papaleo, diseñador de la revista Rolling Stone, que me dio una mano con Historias de Villa Gesell, inclusive con un laburo que hicimos para el Atlético Villa Gesell cuando cumplió 40 años, que le hicimos un libro. La idea era, ya desde inicio, hacer la tapa como la hicimos, para salir de la trampa de caer en el lugar común de poner un tipo con una guitarra en la playa. Yo tenía en la cabeza el tótem que está en la entrada de Gesell, que tiene a Carlos Gesell y a su segunda esposa también, la idea era poner el tótem y poner una guitarra colgando; es más, le había dicho a una artista de Gesell que se llama Erika Madrid que bocetara algo pero mi amigo vio la idea y la verdad que está bueno poder hacer este tipo de laburos. Este es un trabajo independiente, autogestivo, y queremos que tenga cierta calidad estética, la tapa es la vidriera del libro”, describe el autor.

–¿Qué te llevó a escribir un libro sobre esta temática?
–Siempre hubo un mito dando vuelta sobre la influencia de Gesell en la cultura del rock en la Argentina, inclusive como una de las cunas porque en el 66 Moris, Javier Martínez, próceres del rock en Argentina, abrieron un bar llamado Juan Sebastián Bar, donde se terminó armando el grupo de Los Beatniks que realizó la primera grabación de canciones estilo rock en castellano y con letras originales. La balsa, de Los gatos, recién vino un año después. Los Wild Cats habían grabado un disco en el 65 pero con canciones en inglés y mayormente covers de los Rolling y de los Beatles […].

–¿Pero es evidente que tu ciudad ha servido de trampolín para muchos?
–Como las que mencioné, hay un montón de historias más de bandas que han ido a utilizar Gesell como globo de ensayo como Sumo, Soda Estereo, Los redondos o La Renga. Gesell ofrecía una informalidad que otras localidades de la costa tal vez no, y eso seducía sobre todo a gente del arte, del rock y de la música en general, muchos folcloristas, gente de la llamada Nueva Canción Argentina, del cine, mucha bohemia, del estilo café concert. En ese momento abrir un bar era alquilar una casita, sacarle los muebles del living y ponerle una barra, entonces ahí se explica un poco por qué coincidió tanta gente del arte pero sobre todo del rock. Siempre cuenta Rosemary, la única hija viva de Carlos Gesell, que su padre no estimulaba la presencia de estos pibes, ‘si veía a alguien tirando una carpa en la playa miraba para un costado, tampoco lo molestaba’ y era algo que en la década del 60 y 70, con gobiernos militares, el brazo represivo muy fuerte, tiene que ver con historias que están en el libro, 30 capítulos con los artistas de rock más conocidos, con historias de cuando eran jóvenes, recién empezaban y la remaban.

– ¿Qué esperás de tu obra?
–La expectativa es que se lea, está muy barato, sale 160 pesos, en este caso con ayuda de dos personas, Antonio Roncoroni, presidente de Cotel, y de la dinastía Carlitos, el rey del panqueque… Lo presentamos en La Plata el 12 de mayo con Willy Crook, geselino que fue parte de Los Redondos y luego de los Abuelos de la nada.