De las marcas…

Hay personas que pasan por nuestra vida, y a veces son recordadas. Personas que comparten tiempo con nosotros, por casualidades de la vida, como en una escuela, o en un trabajo.

Pero que, más allá de ese lugar, dejan marcas en nosotros. Por cómo fueron, porque nos enseñaron. Hace unos días falleció una persona, que fue compañero de escuela primaria, allá hace muchos años, pero que no por eso fue olvidado, porque me enseñó varias cosas.

Quizás en mi ADN ya estaba el gen… (aprovechando que ahora las explicaciones son genéticas) de la psicología. Sin saberlo, sin darme cuenta, siempre tuve las ganas e interés de acercarme a los que veía mal, tristes, o que les sucedía algo. Mi madre me lo recordó hace poco. Me dijo que siempre me sentaba a charlar con los nenes o nenas que veía solos, o me preocupaba por lo que les pasaba. De hecho, uno de los diplomas que más me enorgullecen es el de haber sido elegida mejor compañera, en la primaria.

Tengo muchas anécdotas con mi compañero de colegio, muchas veces en las que era enviado a dirección, y allí venía la directora a hablar con nosotros, todos sus compañeros, para que lo apoyemos, ayudemos. Porque tenías algunas conductas que, a los ojos de hoy, llamarían disruptivas. Pero la maestra de grado, y la directora, lo apoyaban, acompañaban, escuchaban y trataban de que entendamos lo que le sucedía. Muy buenas personas, cumplían bien su rol, e iban mas allá, preocupándose sinceramente por todos.

Esos compañeros, como la directora o las maestras, dejaron marcas en nosotros. Digo “nosotros” generalizando con mis compañeros de esa primaria. Con quienes nos cruzamos, vemos, y algunos continuamos siendo amigos.

Pero hay otras cuestiones que dejan marcas en nosotros, de estas situaciones quería escribir, de las que no dejan buenas marcas. Particularmente, del consumo de drogas, pero no quería caer en lo habitual. Quería hablar de cómo prevenir que pase. Que un niño, luego adolescente, no caiga en ese mundo…

Hay muchas cosas que dejan marcas, de las malas; la música, por ejemplo, que hace apología a la droga; obviamente que no vamos a creer que por eso solamente una persona va a entrar en las drogas. Pero sí van marcando un camino, van naturalizando las situaciones.

Hacen falta muchas circunstancias para que suceda que una persona sea adicta, hay quienes solo se vuelven consumidores. Y hay diferentes drogas y algunas son más adictivas que otras. Qué lleva a una persona a meterse en ese mundo… seguramente si hablamos con varias personas que lo fueron, o lo son, nos dirán cosas diferentes. Nos hablaran de su historia personal, de por qué creen que accedieron a ese mundo. Yo he escuchado a muchas personas que son o han sido adictas, y en muchas el hilo conductor ha sido el haber estado o sentirse solo, sin compañía ni contención familiar. No todas las personas que se sienten solas se “refugian en la droga”, pero sí podemos ver que muchos tienen una historia compleja. Donde muchas veces se han sentido solos. Entonces la familia deja una gran marca en los niños, el haber estado no es igual al no estar allí, para escuchar y contener a los hijos. Y no tiene que ver con las ganas de los padres; en algunas ocasiones, por más que quieran, hay personas que por diferentes circunstancias no pueden estar. Y no todos los hijos son iguales, ni necesitan lo mismo.

¿Se puede evitar que cada vez haya más jóvenes entrando en esta problemática? Considero que sí, que, desde la contención de la familia, la escuela, el hacer tareas o entretenimientos que le generen placer y sean buenas para su desarrollo psicoemocional, como las actividades físicas, artísticas, que lo lleven a estar ocupados en algo que los haga disfrutar.

Pero, también sería bueno que, en la escuela, con el aporte del Estado, desde el equipo de orientación escolar, se trabaje con los niños que presentan problemáticas, y quizás los padres no tienen los recursos, o no pueden acompañarlos. Entonces, sería importante que se privilegie este sector en las escuelas.

Como siempre lo digo, los niños y adolescentes, no son el futuro, son el presente. Dependiendo de qué podamos hacer con ellos, de cómo seguiremos la historia.