Quienes habitan el territorio pinamarense saben de la existencia de accesos no autorizados que desde la ruta interbalnearia son usados por quienes utilizan cuatriciclos o quizás, por aquellos que encuentran en esta vía la posibilidad de salir rápidamente del lugar luego de haber perpetrado un robo.

La naturaleza del suelo y la extensión de un espacio difícil de controlar se ha convertido, virus mediante, en una vía de ingreso ilegal utilizada por quienes egresan o ingresan al distrito sin deseos de ser controlados.

Es así que las autoridades le pusieron el acento al control de estos “pasos” y pudieron determinar su uso y por ende, proceder a la detención de los usuarios de estos ingresos.

Unos prefieren ingresar a la altura de La Deriva y de allí llegar a uno de los primeros paradores en el norte pinamarense, otro por el Camino de los Pioneros y un tercero desde la localidad de Valeria del Mar. El tema se completa con el de Cariló, un histórico atajo que fue clausurado varias veces y vuelto a utilizar por los infractores.

Como primera medida las autoridades locales han procedido a cerrar los accesos acumulando arena con el uso de la pala municipal. Los infractores detenidos tras estos procedimientos son en su mayoría jóvenes.