Diciembre: mes de egresados en la UADE

El sistema está aceitado y, a partir de este mes, y a medida que vayan dando los exámenes, los estudiantes en condiciones de hacerlo se irán recibiendo. De a poco, la transformación se va a producir en relación directa con un mercado laboral receptivo.

La Universidad Argentina de la Empresa (UADE) – Costa argentina va cumpliendo distintas etapas que hacen a su crecimiento. Desde el momento de su apertura hasta la fecha ha incorporado nuevas carreras y ha reflejado muchas actividades de la comunidad que se han desarrollado en sus instalaciones.

Como ya es característico, diciembre es un mes de exámenes y fin de cursadas.

Para muchos se cierra un ciclo, y en este caso se trata de uno lectivo y que corona años de esfuerzos: es que por estos días los primeros egresados de la universidad ven satisfechas sus ansias de progreso.

El responsable operativo de la sede Campus – Costa Argentina, José Luís Arata, se refirió a la trascendencia de este momento: “Es el ciclo por excelencia que, a veces, es difícil de contemplar porque no es el más tangible pero es el más importante, que es cuando los estudiantes llegan a término y se constituyen en profesionales. A partir de hace quince días comenzamos con los primeros egresados en la carrera de martilleros, que es una tecnicatura, y a partir de ayer tuvimos nuestros primeros licenciados, que fueron quienes comenzaron en el 2013 y que ayer rindieron su trabajo final y, como habían aprobado todas las materias, se graduaron: son licenciados en gestión de empresas gastronómicas y de alojamiento y a partir de ahora comienza un proceso que es continuo y, si Dios quiere, es por mucho tiempo, que es que vamos a tener graduados y egresados en todas las fechas de examen porque aquellos a los que le quedaron materias van a empezar rendirlas y va a ser así de forma constante. La universidad y la región empiezan a generar sus propios egresados y profesionales con una alta tasa de permanencia en la región. Lo que buscamos es la transformación social, que es a lo que toda institución educativa tiene que apuntar en el largo plazo. Así que, la verdad, estamos súper orgullosos y contentos”.

Es evidente que los nuevos egresados, al ir sumándose al mercado laboral, generarán un cambio, lo que determinará un antes y un después en la oferta.

“La transformación social nosotros la entendemos de forma integral, es decir, a través de la transformación que se realiza en la universidad y mediante la profesionalización que se realiza a través del trabajo, tanto en el ámbito privado, público u ONG. Le damos una visión integral. En el ámbito laboral muchos ya están trabajando y estamos teniendo más pedidos de trabajo que egresados, necesitamos que más gente se forme. Se da en el área de gastronomía y hotelería, en administración y economía; hay vacantes para todo el año, o puestos con proyección. En el mediano plazo los puestos con proyección van a estar ocupados por profesionales, como pasa en todas las ciudades del mundo”, argumenta.

Muy atrás quedó el mito de que la universidad era solo para un grupo reducido o para una élite. Todo lo contrario, lo más importante es la voluntad y la vocación, a lo que debe agregarse el sacrificio.

Arata dice al respecto: “La mayoría de nuestros estudiantes proviene de escuelas públicas de la región, por lo tanto los egresados son vecinos de la región. Los que se graduaron provienen de padres que tienen sus comercios, son empleados, etc. También tenemos chicos del extranjero o distintos lugares del país, como Bariloche. También tenemos muchos becados; estamos trabajando en conjunto con las escuelas secundarias”.

A la sola mención de la escuela pública y la universidad surge la pregunta de cómo se vive esta transición, si es brusco el “salto” entre ambos niveles.

“Nosotros este año implementamos un curso de nivelación inicial porque lo que estamos haciendo es replicar todos los requisitos en Buenos Aires y en la sede de Pinamar. Este año va a haber un examen de ingreso pero con un curso nivelatorio. Pero una vez que están adentro, que la gran mayoría ingresa, tenemos una oficina de ayuda a estudiantes, con psicólogas y clases de apoyo de matemáticas o comprensión de texto, por ejemplo. No tiene que ver si la persona es de escuela privada o pública, tiene que ver con cada caso esencial”, razona Arata.