Drenes y pozos blancos evitarían la formación de lagunas

Se trata de soluciones distintas a problemas diferentes. Un análisis que contempla medidas por parte de los vecinos y otras, como las bombas y cañerías, a manos del Estado municipal.

El secretario de Servicios Urbanos, ingeniero Javier Mendía, hizo un análisis en relación a las soluciones necesarias que remedien las grandes acumulaciones de agua tras las intensas lluvias que se han registrado este año, en particular.

–Hace unos días trascendió que desde su área se instrumentarían las medidas para evitar las acumulaciones de agua de lluvia. ¿Cómo es esa solución?

–A partir de una premisa bastante elemental es que las lagunas que aparecen en las calles no aparecen por la lluvia. Si los lotes particulares no arrojaran agua a las calles, un 80% del problema estaría resuelto, por lo menos en las zonas unifamiliares, o sea, en las zonas donde hay una casa por lote, si las casas por norma tienen que ocupar no más de un 25% de espacio del suelo, nos queda el 75% libre para poder infiltrar el agua y no mandarla a la calle. Si en una cuadra hay 10 y 10 frentistas de cada mano, hay 20 personas; si estos entuban una pequeña obra en su casa, que es, por ejemplo, bajar el jardín por donde corre el agua, así genero una depresión en mi jardín a donde envío el agua, que además es limpia, entonces la envío a una depresión que llamamos drene y que está en la ordenanza. Uno cuando presenta los planos en la Municipalidad tiene que determinar su ubicación pero en la práctica eso no se materializa. Se hace un pequeño óvalo indicando el lugar de su emplazamiento y después, cuando uno va a ver, se da cuenta de que no existe en el terreno.

–¿Por consiguiente, la solución está en manos del particular?

–Nosotros tenemos dos caminos: si los 20 frentistas de una cuadra se ponen de acuerdo y no arrojan agua a la calle, se acabó la laguna, con lo cual ganan los frentistas, que no tienen más la laguna, pero además gana toda la comunidad porque estaríamos infiltrando de manera eficiente al agua de lluvia, que es fundamental para recargar nuestro acuífero. Nosotros sacamos agua del subsuelo y ese subsuelo solo se recarga por agua de lluvia. Y, por otro lado, es mucho más barato porque si se produce la laguna y la Municipalidad tiene que poner cámara, cámara decantadora, pozo de bombeo, caño, válvula, tablero eléctrico, más cañería, etc., cuesta un montón de plata la obra y después el mantenimiento de todo eso y nos podríamos evitar eso si los dueños de las casas no arrojan agua de su lote a la calle. Yo creo que acá se podría hacer, con la conciencia ambiental que hay. Sabemos que es la ciudad más linda del país. Creo que vale la pena el intento.

–Otra ordenanza que no se cumple es la de los cestos de basura. ¿Lo han notado?

–Sí. En una cuadra por ahí hay diez cestos que están bien y con un solo cesto que esté mal, que no tenga tapa, que tenga agujeros, que los gatos se puedan meter adentro y romper las bolsas, eso basta para ensuciar toda una cuadra, o sea que un solo vecino poco solidario nos está complicando a un montón de gente y a la Municipalidad, que tiene que ir a limpiar.

–¿El tema de las lagunas se resuelve solo con el esfuerzo del contribuyente?

–No todas las cuencas las vamos a arreglar con este principio que cada uno se tome su agua; con eso vamos a mejorar un 70% el problema, pero hay cuencas que hay que resolver a la manera clásica, habrá que poner cámara, bomba, caño, etc. Ya en esto se está trabajando y hay nueve proyectos. Hay un proyecto en ejecución en Víctor Hugo y Matheu. De las obras que hay, nueve proyectos, seis se van a hacer con contratación y tres la Municipalidad con equipos propios.

–Muchos drenes están ubicados en el espacio público. ¿Esto no entorpece el paso de caños y cables de los distintos servicios?

–La línea municipal divide el espacio público del privado. Esa línea está en el medidor de gas o luz. Todo lo que está delante de eso es espacio público y hay mucha gente que ese espacio se lo ha apropiado, cortó el pasto, puso plantas, troncos, hay lugares que no molestan pero en otros sitios la Municipalidad necesita de ese espacio para pasaje de cañerías para ejecutar drenes, para darle la pendiente que necesitan las calles. Entonces le pedimos a la gente que no se enoje. Un ejemplo claro es la calle Avutarda, de Cariló.

–Siempre toman como eje al Pinamar urbano. ¿Qué solución hay para Ostende, donde las acumulaciones son también evidentes?

–Hay distintas soluciones para diferentes situaciones. Es cierto que en Ostende, donde hay lotes mucho más chicos, es más complicada la aplicación del principio que estoy proponiendo. Para estos casos están los pozos blancos, que se realizan con aros de cemento y no son caros. Si cada casa lo tuviera, se resolvería un montón de problemas. Pensemos que los drenes, si están en la vía pública, necesitan mantenimiento y los pozos blancos absorben el agua limpia y la restituyen al acuífero. O sea que tenemos soluciones de distinto tipo: duras, como el uso de cámaras, y las otras, las que acabo de mencionar.