Dudas en torno al manejo de una chequera

Todo indica que un valor en blanco fue arrancado del talonario para ser utilizado en una operación inmobiliaria poco clara. A raíz de este tema, relata un socio, el presidente habría tomado unos días, hasta tanto se aclare el hecho.

Una nueva irregularidad intranquiliza a un sector de la Comisión Directiva de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Pinamar (AEHG). El hecho tiene más parentesco con una desprolijidad administrativa que con una acción dolosa pero, dada la sensibilidad, producto de hechos acaecidos en los últimos meses ha provocado un lógico revuelo entre la opinión pública.

Un socio, Pedro Marinovic, fue quien enarboló la voz de preocupación luego de enterarse de la anomalía: “En la asamblea que se había realizado el 6 de diciembre del año pasado encontramos una documentación que me acerca el presidente la de asociación, José Pablo de León, que se encuentra con un tipo de boleto de compraventa de una nueva propiedad, me lo muestra, buscamos el cheque, buscamos en las reuniones de Comisión Directiva para determinar cuándo esto se trató, y vemos que no está en ninguna de las reuniones que tengo, todos los pedidos de reuniones del 6 de diciembre hasta acá, no está; me presento en la inmobiliaria con una fotocopia del cheque que en teoría de la asociación estaba retirado en blanco por el tesorero, cosa que no se puede hacer, por usos y costumbres que tenemos en la asociación en los últimos 20 años, me presento en la inmobiliaria y hay un boleto igual pero con dos firmas, mientras que el de la asociación de hoteles presenta tres firmas”.

Marinovic entiende que hay una firma faltante o una sobrante y que lo ilícito es que el cheque haya salido en blanco desde la institución.

El socio explica nuevamente: “Ya de por sí tenemos un cheque que salió en blanco de la asociación, que se presenta en una empresa; en esa inmobiliaria el cheque ya está con una cifra y una fecha de cobro con una sola firma; esa firma sé de quién es, del tesorero, pero no es la firma que él registró en el banco. Él sabe que si ese cheque no tiene la firma del presidente o el secretario no se puede cobrar; entonces estamos cometiendo un delito de antemano con ese cheque. Lo segundo que me extraña es que el encabezado de la reserva de esta propiedad está a nombre de él con la dirección de él, con el documento de él. Cuando ponen el número de cheque en la reserva no ponen la titularidad; entonces, yo digo, si vas a comprar en comisión sea lo que sea, una hoja de carpeta, cuando hacés la factura ponés tu nombre, tu cargo y comprás en comisión por la institución, en este caso la asociación”.

Otro dato curioso, acerca del valor emitido por 16 mil pesos, es que, si bien la entidad tiene un plazo fijo, este no llega a las tres cuartas partes del valor emitido y el socio no sabe de dónde puede aparecer el faltante que totalice el monto del compromiso asumido.

“El boleto-seña está a nombre de una persona, no de la institución; no está comprando la institución. Cuando le reclamo vía carta un pedido de informe al presidente, se sorprende y me cita con el asesor legal y con el asesor contable de la institución. Se sorprenden más todavía. Comprobamos que los cheques no pueden salir sin la firma de los dos. No estaba al tanto de esto el presidente. Pido una reunión con la Comisión Directiva y lo minimizan, me dicen ‘esto no pasó’, ‘esto lo podemos arreglar, recuperamos el cheque’ y quieren esconder todo esto. Si yo no descubro esto, esta operación se hacía y yo no sé si quien compraba era la asociación o el señor. Acá, por lo que figura, es que compró para él con un cheque de la institución. Los revisores se dieron cuenta de que tenían que revisar el periodo 2015 porque los llamé yo, hace quince días. La realidad es que deberían estar haciendo la auditoría mes a mes y cuatrimestralmente deberían, por estatuto, hacer un cierre parcial que los tres darían el informe anual. Son tres revisores de cuentas que no son miembros de Comisión Directiva”, amplía.

Entre otras anomalías, el socio cuestiona que las nuevas autoridades no han actualizado el libro de actas reflejando los recientes cambios, por lo cual entiende que es cuestionable la legalidad de las nuevas autoridades como tales.

“Acá hay dos cosas raras. El fallo que da Personas Jurídicas es letal contra la comisión que encabezaba Fruniz y compañía. Esa gente es la que está hoy. Esa gente fue tildada por el Tribunal de Cuentas como incapaces y falaces. El presidente está sorprendido, la capacidad de trabajo que tiene, y algunos miembros de Comisión Directiva y de la Comisión Revisora de Cuentas que son nuevos, te indicaría que se quiere trabajar; las documentaciones y desprolijidades que están pasando no dicen lo mismo. El primer paso debería haber sido una auditoría al 6 de diciembre de todo lo que había pasado y cumplir con Personería Jurídica, con la que estamos en falta desde 2012; recién ahora lo están haciendo porque los estoy presionando”, concluye.