Por otro lado, la retracción del consumo, dado por la crisis económica y laboral actual, hace que también otros de los motores de la economía local, el comercio, se encuentren en estado de agonía.

La construcción, esencial para el desarrollo de la ciudad, comienza a moverse, con serias dificultades, dado la imposibilidad de aplicar protocolos que protejan al trabajador.

Los trabajos informales de baja temporada, con la economía cerrada, desaparecieron.

Cuatro situaciones que llevan a la posibilidad de subsistencia de muchos vecinos al límite.

Y ante esta preocupante situación, donde las ayudas desde el estado nacional y provincial se multiplican día a día, el municipio de Pinamar está ausente, mirando para otro lado.

Ni una sola política de auxilio a los sectores productivos, ni una sola acción para llegar a todos los que hoy no comen ni tienen donde repararse del frio atroz de este durísimo invierno. El municipio ausente, mirando para otro lado.

Exiguos o casi nulo controles en los accesos a la ciudad, falta de control en la aplicación de protocolos, falta de capacidad de fiscalización, nulos testeos locales, desmanejo de la información sobre la situación sanitaria, irresponsable política de salud local, falta de previsión para enfrentar la temporada, inexistencia de un comité de crisis con fuerte participación de la sociedad civil, etc., etc., conforman un combo que demuestra claramente que Ud., Sr Intendente, está mirando para otro lado.

Sabemos de su nula experiencia de vida en muchas actividades que conforman la visión de un estadista: Ud. nunca estuvo al frente de comercio alguno, Ud. nunca debió pagar sueldos con el producido de su actividad profesional, Ud. nunca sufrió un juicio laboral, seguramente nunca tuvo que pedir un crédito para poder pagar la luz o el gas o los sueldos de sus empleados, tampoco nunca seguramente tuvo que rogar por tener un trabajo digno.

Su visión de estadista no existe y por tal actúa de esta forma, sin importarle las opiniones de los vecinos a los que nunca atendió en épocas sin pandemia y ahora solo atiende por redes sociales o por zoom, una verdadera vergüenza en una ciudad como la nuestra.

Es importante que entienda que el viaje de fin de curso terminó. Hoy tiene la responsabilidad de gobernar a Pinamar en medio de una coyuntura de crisis mundial, que, dadas sus actitudes, parece no entendió ni está a la altura de las circunstancias. Solo a una persona alejada de la realidad se le ocurren proyectos de peatonalización o bicisendas cuando el pueblo está parado y no tiene para comer. Sentimos vergüenza ajena por estas irresponsables medidas que ha tomado, que no son las únicas, lamentablemente.

Sr Intendente creemos firmemente en los valores de la democracia, Ud. fue elegido por la mayoría del pueblo, eso le da mayores obligaciones, no mayores derechos. Asuma las responsabilidades que le dio el voto popular, deje de mirar para otro lado, ya que mirar para otro lado no le dejará ver la realidad que hoy está atravesando nuestra comunidad, negándola, y es este el peor pecado que un político puede cometer.