El Arte que imita a la Naturaleza

La lectura de la nota de Gustavo Aparicio en la Revista Aves Argentinas de junio 2017, revista madre de naturaleza y conservación, me llevó a la biografía en Facebook de Yolanda Pocetti y, habiendo chequeado si me asiste el derecho a reproducir parcialmente el contenido del artículo, me decido a compartir con los lectores de Pionero tan valiosa actividad. Doblemente valiosa, por el maravilloso arte de Yolanda, cuanto por el mensaje conservacionista que nos transmiten sus piezas.
Yolanda, tras una trayectoria en el tema de la conservación de la vida silvestre, se dedicó a la educación ambiental y, quizás al dar por concluida una etapa, se dedica hoy a la realización de esculturas en cerámica pintadas a mano que reflejan su amor por nuestra fauna y flora autóctonas, además de su sutileza como artista. Comenzó con esculturas de animales: coipo, puma, aguará-guazú, comadreja. Luego siguieron las aves en libertad: picaflores, carpintero, garzas, loros, tacuaritas, churrinches, y muchos más.
En su proceso creativo Yolanda estudia a cada animal que va a ser plasmado en la escultura: no solamente mira fotos, sino también ve videos y observa las conductas y actitudes de los animales y las características de su entorno. Ella “siente” a cada uno de sus animalitos. Son sus palabras en la nota de Gustavo Aparicio: “Esta etapa es muy linda porque se da una unión con el trabajo en la cual también sentís una comunión con el animal que estás moldeando”. Y cuando nosotros, los beneficiarios de su trabajo estamos frente a una pieza, no podemos abstraernos del ser de carne y hueso que está allí en el fondo de cada una de sus esculturas.