La acción no es común pero no por ello no deja de ser bienvenida. Se trata de poner en valor a quienes hacen su trabajo correctamente, ni más ni menos.
Días pasados el Concejo Deliberante de Pinamar distinguió a Pedro Alcorta con un diploma donde lo declara Personalidad destacada del Partido de Pinamar, halago que fue aprobado por unanimidad y que se produce luego de una iniciativa de Juan Ocampo. Fue él mismo, por entonces concejal, quien se encargó de propiciar el reconocimiento, ya que Pedro se distingue por el buen trato, una constancia poco común en su trabajo y un cuidado de su espacio público poco frecuente: es común verlo evitando las acumulaciones de arena propias de la esquina de Bunge y Marco Polo donde está instalado desde 1992, su kiosco de diarios y revistas.
La empresa es familiar y tanto su esposa como una de sus hijas colaboran en la atención. Al grupo se suma el nieto de Pedro, que refuerza la atención durante los meses de verano.
Pedro es un testigo del crecimiento de Pinamar y un nostálgico que añora los encuentros en Pucará con los amigos, una persona que tiene un grato recuerdo de aquellos clientes históricos que hoy ya no están entre nosotros.
Una foto enmarcada ocupa un lugar preferencial en el kiosco. La imagen en blanco y negro rescata del recuerdo a Amadeo Carrizo, Ermindo Onega y José Varacka, jugadores de un River del pasado y una prueba contundente de que, además del cuadro, Pedro heredó de su padre la pasión por el equipo de la banda roja.
El negocio no tiene el mismo auge de otrora: se vive una época en que la gente se informa por internet. Pero no son pocos los que prefieren el papel impreso y el olor a tinta.
El reconocimiento convocó a sus afectos, que se dieron cita en el Concejo para apoyar, como todos los días del año, a Pedro y, por qué no, mostrar su orgullo a partir de la simpleza de una familia sencilla unida por el amor y la cultura del trabajo.