“El Pinamar sin normas genera tragedia”

Lo asegura Lucas Ventoso, secretario de Seguridad, acerca del Pinamar permisivo que parece convertirse en un recuerdo. El funcionario acepta el desafío de tener un verano sin accidentes.

Ventoso pidió licencia en su banca en el Concejo para asumir su cargo al frente de la Secretaría de Seguridad. De esa forma ha dispuesto medidas en relación con la circulación en playa, las restricciones impuestas a cuatriciclos y UTV y un mayor acento en la prevención de delitos contra la propiedad.

–En este inicio de temporada parece que el tema cuatriciclos es prioritario. ¿Esto es así?
–Estamos muy atareados con toda la cuestión de prevención del tránsito y con toda una faceta comunicacional desde el Municipio, que es lo que estamos priorizando, porque si no tenemos presencia en prevención y comunicación se hace muchísimo más difícil ponerse únicamente en la faceta represiva, de multa. Lo que necesitamos también es comunicar, y en eso estamos trabajando muchísimo; y, además, en los cambios que hemos hecho. Sobre todo en la parte norte de tránsito de vehículos en el ingreso a la playa. Hemos cambiado el sistema de ingreso y egreso de vehículos y eso ayudó muchísimo, preservando el médano. Hemos hecho una enorme superficie que es imposible transitar, donde está todo vallado. Desde lo ecológico, el mantenimiento de las dunas es muy importante para nuestra identidad como ciudad; y todo eso lo hemos hecho en una semana.

–¿De qué depende la continuidad del trabajo?
–Ahora estamos a la espera de la cartelería que tiene que llegar desde Buenos Aires, de la empresa que ganó la licitación, para informar a todos los vehículos de la manera que hay que transitar, los requisitos que hay que cumplir, el cambio de mano para ingresar a la playa. Ahora tenemos conos, está la policía y para a cada uno de los vehículos y habla con el conductor y le informa por dónde tiene que transitar.

–¿Qué rama de los efectivos se ve afectada a esta tarea?
–Es gente del Operativo Sol. Esto lo hemos hablado con el jefe de la departamental y con los comisarios y están abocados a ayudarnos en la parte de tránsito y prevención en la vía pública. En la parte norte, el ingreso a la playa es un lugar donde Pinamar tiene que tener presencia del Estado con prevención. Nos ha pasado estos días que hemos tomado una foto de una circunstancia de la mayor imprudencia que pueda uno imaginarse: el padre con un nenito de tres años sobre su pecho, con otros integrantes de la familia en el guardabarros del cuatriciclo, y ese cuatriciclo me pasa a mí, que iba controlando la zona de circulación segura en la playa; después hizo 200 metros y se estacionó.

–¿Cómo es la convivencia de un funcionario exigente consigo mismo con el Pinamar permisivo?
–El Pinamar sin normas genera tragedia, genera muertos, genera lesiones irreversibles. Que un nene se caiga de la falda de su padre y se meta debajo de la rueda: le puede cortar un brazo o lo puede matar. Y esa misma persona, seguramente, esta conducta no la tiene si se va de vacaciones a otro país. ¿Por qué lo hacen acá? Generalmente por una cuestión cultural y porque no se aplican sanciones. Pero, nosotros, las sanciones las estamos aplicando. Pero queremos concientizar a la gente: que esto es una posible tragedia. Cada vez que un padre le da un cuatriciclo a un chico para que se traslade, le puede generar la muerte. Y no es esto una forma exagerada de decir. Pasa todos los veranos. Vienen a Pinamar 30 mil de estos vehículos. Es casi imposible evitar que suceda algún accidente. Alguno va a suceder. Lo que tenemos que tratar de evitar es que esto sea moneda corriente. Si tiene que llegar a pasar porque es algo impredecible e inevitable de una circunstancia, que sea por ese motivo y no porque la familia le dice a su hijo, después de comer en los médanos de La Frontera: “Agarrá el cuatriciclo y andá a dar una vuelta”. Viene una camioneta con una altura arriba de dos metros y un chico dando marcha atrás con un cuatriciclo; la camioneta lo pasa por arriba, no lo ve. Entonces hay cuestiones que tenemos que evitar. La forma de evitar esto es desde la concientización, desde la educación y aplicando la ley.

–¿Se trata de un tema prioritario?
–Ésa es una de las cuestiones más importantes que hoy nos ha puesto como objetivos la Secretaría de Seguridad; y después, por supuesto, la seguridad y la prevención de los delitos en todo el partido con los dispositivos de la policía que tenemos.

–¿Cómo toma la gente común la interceptación de los vehículos?
–Hay operativos públicos de control, con orden de servicio. Cuando esto es así, es legal y son operativos que vienen con órdenes de Provincia. Hay que explicarle también a la gente que nosotros tenemos incidencia en ciertas cuestiones particulares, del modo de proceder en los lugares, pero la policía tiene órdenes ministeriales; no recibe órdenes del intendente o del secretario de Seguridad. La estructura policial es vertical, cuyo jefe máximo zonal es el jefe departamental, y arriba de él están el comisario mayor y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Lo que sí intentamos hacer es colaborar con todo nuestro equipamiento municipal para que estos operativos sean eficientes, y de hecho creo que lo son.

–Mucho se ha dicho sobre Bunge y Playa, en la noche del primer día del año… ¿Cómo se justifica lo que a muchos les pareció una excesiva presencia policial?
–El año pasado fue una batalla campal lo que sucedió en Bunge y Playa, que terminó con lesionados, con comercios con sus vidrieras rotas, con policías lesionados. Este año la policía no actuó, no fue necesario; y, si había quien quisiera bajar a playa, no se le permitía, para evitar los desbordes. No se permitió bajar a festejar el año nuevo en ese sector. Ahora, los otros 25 kilómetros de playa de Pinamar estaban habilitados como siempre, como cualquier otro día. Lo que tratamos de evitar es el riesgo de los menores con el alcohol y cualquier tipo de delito sexual. No pasó nada de eso porque hubo prevención.