El Vía Crucis viviente alimenta un viernes santo de ayuno y abstinencia

Por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

La explanada de la iglesia Nuestra Señora de la Paz todos los viernes se aviene en anfiteatro para que más de medio centenar de antiguos allegados a la parroquia represente el Vía Crucis viviente como si fuera una obra teatral.

Tradicionalmente, ensayan unas semanas antes los personajes bíblicos que encarnan, incluidos los atavíos que guardan de un año para el otro en los armarios de la casa parroquial.

El Vía Crucis consta de catorce estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o episodio de la Pasión del Señor, la representación de escenas bíblicas del Viacrucis, cuando Jesús es obligado a cargar una cruz de madera en la que después es crucificado.

Suele añadirse una decimoquinta, y nuestra parroquia lo hace, dedicada a la resurrección de Cristo.

Se viene de la misa Crismal en el atardecer del jueves santo, comienzo de la pascua cristiana que comprende “los tres sacratísimos días de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo”.

A las 18, en la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y a las 20, en La Paz, se oficiaron las misas, en una jornada de recolección de alimentos no perecederos por parte de Cáritas para distribuir entre los necesitados.

El viernes, que es una jornada de ayuno y abstinencia, con la representación de la muerte y crucifixión de Jesús, se despliegan actividades relacionadas con la Pasión del Señor, la liturgia de la Palabra, Oración Universal, Adoración de la Santa Cruz, Sagrada Comunión, memoria de los dolores de la Santísima Virgen.

El sábado se transita la Solemne Vigilia Pascual, con la liturgia de la luz, de la Palabra, la Bautismal y la de Eucaristía.

Y se aguarda en los templos la Noche Santa en que Cristo vence a la muerte, fruto del pecado, y nos une a su vida.

El domingo es la gran alegría por la resurrección del Señor, que es nuestra vida.

“Oh Dios que iluminas esta noche santa con la gloria de la Resurrección del Señor, aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovada en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio”, es la plegaria que guía las ceremonias religiosas de Pascua, que empiezan en la capilla San José de Pinamar y en San Francisco Solano de Valeria, a las 10; siguen a las 11.30 en La Paz y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Cariló; a las 18.30, en capilla Beata Laura Vicuña de Ostende, y finalmente a las 20, en La Paz.

Las Celebraciones de Semana Santa se iniciaron oficialmente, en la diócesis, en la Alcaidía Penitenciaria Batán UP 44, donde el obispo Gabriel Mestre comenzó con la procesión y bendición de los ramos de olivo junto a las personas que están privadas de la libertad.