Ventoso admitió el ofrecimiento y entiende que es necesario seguir en la línea de conducta impuesta por la actual gestión. Además, confía en que, por sus conocimientos, se podrá trabajar más profundamente en la prevención del delito.

–¿Cómo se da esta circunstancia?
–Hace un mes aproximadamente, el intendente me propuso tomar la posta en la Secretaría de Seguridad que deja Matías Yeannes, después de cuatro años de gestión, yendo al Concejo Deliberante, ya que es el primer candidato de la lista de gobierno. Yo vengo trabajando con Matías Yeannes desde hace cuatro años, cuando implementamos, en el inicio del gobierno, el primer curso de capacitación de la policía, por primera vez en el país, pensado para la fuerza en funciones y no en formación, con el objetivo de tener una capacitación periódica de la policía que está en la calle junto con sus jefes, esto es comisarios y subcomisarios, en cuanto a la actividad que desarrollan en los procedimientos, día a día, en lo que hace a sus labores profesionales diarias.

–¿Se trata de los cursos que se dictaron en UADE?
–Sí. Cursos de capacitación que fueron llevados adelante por jueces, actuales camaristas… y a los cuales asistió toda la policía de Pinamar. Ése fue el inicio de mi trabajo con Yeannes en esa secretaría. Por otra parte, yo, como abogado, tengo una formación desde el punto de vista penal, conozco la estructura del Ministerio Público Fiscal, el Juzgado de Garantías, la policía, todo por mi actividad profesional. En base a todo eso, Martín me propone asumir en lugar de Matías Yeannes luego de las elecciones, sí se ganan ahora, el 28 de octubre. Así que le dije que sí. Para mí es una enorme responsabilidad y desafío para seguir adelante con un proceso de reforma que llevó adelante Matías, que es innegable, circunstancia que ya ha naturalizado la comunidad de Pinamar.

–Es cierto, ha habido un cambio sustancial, más allá del cambio de locación.
–Recordemos que era un área que no tenía nada de control, era donde la Guardia Urbana no tenía bien asignado su rol, según la ordenanza que la creó y que dice que la Guardia Urbana son los ojos del Estado en cada calle donde se encuentre. Pero no los ojos para reprimir los delitos, sino que son los ojos para ver si hay ramas en el piso, para dar parte si hay algún cable tirado, si hay una pasarela rota en la playa, ver si hay un caño roto; para eso fue creada la Guardia Urbana, además de tener un contacto con la policía y dar aviso sobre la presunta comisión de un delito. Todo eso es la Guardia Urbana. Matías lo tomó así. Claramente, la seguridad en la provincia depende de la policía bonaerense, no depende del Municipio. La policía tiene una formación profesional con una estructura vertical y depende del Secretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Eso lo implementó Matías con excelentes resultados, implementando mapa del delito, estadísticas oficiales que permiten la disuasión de la comisión de delitos. Intervienen otras áreas dando aviso de autos abandonados, ramas en esquinas, embelleciendo la ciudad, entre otros. Decidí aceptar la propuesta y ponerme a disposición del intendente y del área para seguir construyendo lo que hizo Matías hace ya cuatro años.

–¿No pasará, en este caso, que se cambie todo, que se cambie lo que hizo tu antecesor?
–Eso es lo que hay que evitar. Eso lo hablaba el otro día en otra charla que habíamos tenido sobre la importancia, en la función pública, de construir en lo que hicieron los demás. Ése es un requisito imprescindible para seguir y para que tengamos una sociedad que se desarrolle con el Estado como principal aliado. Y con Matías tengo la enorme ventaja de que se trata de un área que se ha construido prácticamente desde cero. Desde el edificio del CIS y que no casualmente está construido en el centro geográfico del partido, ésa también es una decisión estratégica; no es al azar.

–¿Han compartido otros ámbitos con Yeannes?
–Sí, hemos trabajado, en conjunto, otras áreas, como es Seguridad en Playa, donde soy el presidente de la junta de disciplina de todos los guardavidas en cuanto al frente marítimo se refiere. Hemos tenido mucho trabajo. Hemos acordado, a veces con disidencias, a veces fundadas, y siempre con un profundo respeto hacia ambos por el trabajo que realizamos, que por sobre todo es profesional, lo que es un inmenso incentivo para desarrollarse en esa área.

–¿El hecho de ser abogado es una ventaja?
–Yo, como profesional, tengo conocimientos sobre las circunstancias de investigación penal de cada una de las causas que se forman, como abogado, porque me dedico a eso y creo que un seguimiento sobre las causas penales que se inician por delitos que se producen en el partido, las causas sobre esas personas, nos va a permitir continuar con un desarrollo aún mayor de la prevención del delito sabiendo que en Pinamar quien delinque muy probablemente va a ser detenido, juzgado y condenado. Si esa atmósfera de certeza se crea en Pinamar esto va a ser altamente positiva. Eso es lo que tenemos que trabajar. Como abogado, puedo seguir las causas y, por su lado, el Ministerio Público Fiscal va a saber que tenemos el ojo puesto en cómo siguen las causas penales, lo que tiene que ver con un respaldo hacia la policía, porque se dice que hay quien entra por una puerta y sale por la otra. Ello también se debe a que el Ministerio Público Fiscal no hace lo que tiene que hacer y la policía siente una desazón muy fuerte cuando ve que una persona que detuvo por un delito al mes está libre de vuelta.