El dinero es necesario, como cada alma requiere de un cuerpo

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.

“Aquí estoy, envíame”, es el lema de la 94° Jornada Misionera Mundial 2020, que tendrá lugar este domingo, 18 de octubre. Todas las Iglesias del mundo colaboran en el fondo universal que, por larga tradición, se destina a Obras Misioneras Pontificias (OMP) para financiar proyectos pastorales, y por lo tanto inherentes a la vida de la Iglesia, “que está estableciendo lentamente sus estructuras en diferentes partes del globo”, según el titular de la ONG cristiana.

No sólo la colecta nutre sus arcas, sino que apoya la acción misionera de la Iglesia “a través de la oración, la caridad y la formación”.

La generosidad de los católicos de todo el mundo, sin embargo, es la que permite que “innumerables iglesias, conventos, centros pastorales, escuelas, clínicas y otras estructuras diocesanas estén ahora presentes en territorios que dependen de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos”. Y que “miles de catequistas, sacerdotes y religiosos hayan participado en programas de formación y ayuda material para su trabajo de evangelización en sus Iglesias locales”.

De esta manera –dice– las Iglesias particulares en tierras de misión, especialmente en áreas donde el Evangelio ha sido proclamado ampliamente sólo recientemente, “ahora tienen una infraestructura eclesiástica necesaria y pueden cumplir mejor su mandato de evangelizar las naciones”.

El título del Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones de este año señala que “el corazón de este mensaje se refiere a cómo la misión nos desafía a cada uno, personalmente, en nuestra vocación y en nuestra pertenencia a la Iglesia en el mundo de hoy”.

Además, dice, “la celebración de este día es una fuente de alegría para la Iglesia universal, aunque en las Iglesias locales se llevará a cabo de manera diferente este año, debido a las circunstancias particulares que estamos experimentando por la pandemia COVID-19”.

La semana anterior, fueron las misioneras Schoenstatt quienes festejaron sus patronales.

En Mar del Plata, el obispo diocesano, Gabriel Mestre, presidió los actos, el 17 de octubre, que estuvieron sujetos a los protocolos de la cuarentena por la pandemia de coronavirus.

Las “Voluntarias de María”, pertenecientes al Movimiento de Schoenstatt, dejaron por un momento el apostolado que brindan en el hospital marplatense “Oscar Alende” para compartir junto a la Virgen de Schoenstatt, que está en la entrada, un momento de oración por los enfermos y el personal sanitario, quienes recibieron la bendición del obispo.

Fue asimismo incluido un momento de oración en la ermita de la “Mater”, junto al Hospital Interzonal, desde donde partió una caravana vehicular por la costa.