La parroquia celebrará las misas del domingo de Pascua de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo durante el día en todos los templos que la componen. A las 10 se llevará a cabo en San Francisco Solano, de Valeria; a las 11.30, en Nuestra Señora de la Paz; a las 17, en San José; a las 18.30, en Beata Laura Vicuña, y a las 20, en La Paz.

El viernes tendremos el tradicional Vía Crucis viviente en la explanada de la iglesia de Pinamar, y el sábado, la vigilia pascual en Cariló y Pinamar.

A esta fiesta cristiana se arriba con un encomiable espíritu evangelizador, plasmado en las propuestas sobre los caminos pastorales a la luz de los resultados del Sínodo Diocesano Pastoral que se realizó en febrero con representantes de los distintos espacios eclesiales de la diócesis.

El coordinador del Consejo Pastoral Diocesano de Mar del Plata, Jonathan Aguirre, presentó una síntesis del encuentro, en cuyas comisiones se ofrecieron ponencias en las que se hizo hincapié en profundizar acciones y actitudes misioneras.

En cuanto a las presentaciones realizadas en la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad, Región Cono Sur, América Latina, en Brasilia, Federico Destéffaniz, marplatense y presentante de Argentina, informó que junto a fieles de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, compartió cinco jornadas de oración, reflexión y conversación, enriquecedoras en lo personal y lo comunitario, en lo religioso y lo cultural, en lo espiritual y lo vivencial, y sobre todo fue una experiencia de envío profético y esperanzador.

Subrayó estar convencido de que en todo el mundo el proceso sinodal ya está en marcha. “Impulsado de forma ferviente por el papa Francisco, estamos en camino a una Iglesia Católica que juzga menos y escucha más, que evita cerrar puertas y abre más corazones. Sobre todo, nos encontramos dando pasos hacia una Iglesia donde el verdadero protagonista no es el hombre, sino Cristo quien actúa en los hombres”, sostuvo.

El obispo Gabriel Mestre destacó que, además del espíritu evangelizador a toda marcha, “el bautismo y el agua bendita ayudan a hacer tangible la presencia de Dios”.