El mejor país para las mujeres, Islandia

La isla nórdica lidera el ranking mundial en equidad de género. La lucha femenina, como hito de su historia, obtuvo respuesta del Estado y las leyes.

El Foro Económico Mundial estudia y elabora estadísticas para averiguar cuál es la situación de los países en general y en áreas clave de la vida cotidiana, como salud, educación, empleo y política. De acuerdo a los reportes de los últimos cinco años, Islandia es el país que tiene menor disparidad de género, seguido por Finlandia, Noruega y Suecia. Esto significa que, en el mundo, Islandia es la nación en la que las mujeres disfrutan del acceso más equitativo a la educación y al cuidado de la salud. También tienen la mayor probabilidad de participar plenamente en la vida política y económica. Es un país insular situado en el Atlántico norte, entre Groenlandia y el continente europeo. Posee una población de 330.000 habitantes y para comprender el secreto de su éxito es necesario mirar las acciones del movimiento de mujeres, marcado por la huelga de 1975, cuando el 90% de las mujeres del país pararon plenamente sus actividades no solo laborales sino también domésticas, salieron a la calle y protestaron por la igualdad de género. Los bancos, los comercios y las escuelas tuvieron que cerrar. En las emisoras de radio se escuchaba a los locutores transmitir con las voces de sus niños detrás del micrófono, debido a que los hombres tuvieron que ir a trabajar con ellos. Fue un evento –conocido en Islandia como “El Día Libre de las Mujeres”– que cambió la percepción sobre ellas en el país y ayudó a situarlo a la vanguardia de la lucha feminista. Unos años más tarde, en 1980, Vigdis Finnbogadottir, una madre soltera divorciada, gana las elecciones presidenciales y se transforma en la primera mujer presidente en Europa y elegida democráticamente en el mundo. Hoy, el 82,6% de las mujeres islandesas en edad laboral trabajan y constituyen el 45,5% de la fuerza laboral. Su parlamento cuenta con un 44% de mujeres. Al mismo tiempo, tienen una de las tasas de fertilidad más altas de Europa, con 2,1 niños por mujer. ¿Cómo lo logran? Una de las claves es el acceso a servicios excelentes de cuidado infantil a bajo costo, inversión del Estado. Otra clave son las licencias por mater-paternidad. En total, la pareja tiene nueve meses de licencia luego del nacimiento del bebé. Tres meses son exclusivos de la mujer, tres exclusivos del padre y otros tres pueden dividirse como la pareja quiera. Esa licencia se toma con hasta 74% del salario. El padre y la madre pueden tomar más licencia, pero con una reducción salarial acorde. “Estas reglas también exigen un cambio de mentalidad en la mujer, que debe ceder en parte la toma de decisiones sobre los niños. Además, las empresas ya no pueden ver a las mujeres como un factor de riesgo por sus licencias por maternidad, también los hombres pueden ser vistos como riesgo. Hay un consenso social donde los jefes también toman su licencia y si un padre no se toma sus tres meses esto se ve en forma extraña, como una falta de responsabilidad. Pero, aún luego de tantos logros y de obtener el primer puesto en el ranking mundial de equidad de género, la brecha de género persiste en el trabajo, las mujeres ganan menos que los hombres en puestos de liderazgo”, relata Saadia Zahidi, directora de Iniciativas de Género del Foro Económico Mundial, para la cadena BBC Mundo. Respecto a Latinoamérica y la posición de sus países en el ranking mencionado, Nicaragua, Cuba y Ecuador lideran la lista. Argentina se encuentra en el puesto 31 y Brasil, muy por debajo, en el puesto número 62 de igualdad entre hombres y mujeres.