El municipio condonará una deuda millonaria por Cabo Blanco

Se trata de una deuda que la empresa mantenía con el municipio. “Le están atando las manos al Departamento Ejecutivo”, advirtió la oposición.

Pese a la advertencia de concejales opositores sobre posibles complicaciones en negociaciones futuras, el Concejo Deliberante aprobó el último viernes por acción oficialista un proyecto de ordenanza por el que condona una deuda millonaria que la empresa concesionaria del ex balneario Cabo Blanco debía al municipio.

Si bien se desconoce la deuda exacta, en el documento se habilita al Departamento Ejecutivo a condonar “totalmente” al exconcesionario de la Unidad Turística Fiscal 36, la empresa Piovalla, “el total de la deuda generada a la fecha” por los Recargos Especiales de 1.000 módulos por día.

Se trata del terreno municipal que estuvo en conflicto judicial durante 11 años y, si bien el municipio obtuvo el año pasado un fallo a favor de la justicia, aun no se determinó si el costo de la demolición de una de las últimas estructuras de hormigón que existen en la playa será costeado por la empresa o el municipio.

“Condonarlo hoy sin un contrato concreto sobre quién absorbe los gastos de demolición es un exceso que estamos haciendo antes de que el Departamento Ejecutivo se siente a definir este tema”, advirtió el concejal del Frente de Todos, Pablo Perrone.

En ese sentido, el edil opositor sostuvo que “le están atando las manos al Departamento Ejecutivo para negociar con el cocesionario”. “El Frente de Todos está defendiendo al Estado Municipal y a nuestros funcionarios que van a tener que negociar con esta empresa”, insistió.

Por su parte, el concejal Gregorio Estanga agregó: “No se distingue cuándo se empieza a condonar la deuda. Nunca se ha dado una condonación desde el momento que se explotó comercialmente el balneario. Esto sería un muy mal antecedente”.

A su vez, Estanga alertó que “si hay una condonación al momento de una explotación activa no es atinado, coherente ni serio”.

Sin embargo, la ordenanza fue aprobada sin alteraciones por los votos positivos de Analía Figueroa, Alejandra Apolonio, Camila Merlo, Emmanuel Karlau, Manuel Ugartemendía y Horacio Errasquin, y las abstenciones de Roberto Brandalisio y María Rusiñol.