El doctor Ramiro Salas Bravo es rector de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), situada en la ciudad de Lima, Perú. La participación conjunta con UADE en eventos académicos internacionales ha dado como resultado que, a partir de coincidencias y similitudes, se establezca un vínculo que favorecerá la excelencia a la cual propenden ambas entidades.

El prestigioso visitante dio detalles de su visita, su admiración por UADE y la participación mencionada en EAIE y NAFSA, los dos eventos más importantes que se realizan en los Estados Unidos y en Europa, respectivamente.

Luego de una visita al Perú, a la que UADE fue especialmente invitada por USIL, el vínculo se hizo aún más estrecho y como corresponde, se dio la recíproca ya que en esta oportunidad, fue el rector de la universidad peruana quien fue recibido por las autoridades de la universidad argentina en su sede Costa Argentina.

“Mi organización educativa, San Ignacio de Loyola, es una institución privada, que a lo largo del tiempo desarrolló una cadena educativa que va desde el kindergarden, el nivel primario, la escuela segundaria, la universidad, la escuela técnica y la escuela de posgrado. En otras palabras nosotros tomamos proyectos de vida: danos un niño de corta edad y te lo devolvemos con el paso del tiempo convertido en un doctor. Hace aproximadamente 25 años se funda la universidad, que tiene la finalidad de crear profesionales emprendedores, profesionales globales, socialmente responsables, investigadores comprometidos con el desarrollo de su país. Es por ello que nuestra organización educativa, aparte de desarrollar todo un concepto académico de alto rendimiento, se basa en cuatro pilares de filosofía, que son en realidad los que comandan nuestra vida. Son el emprendimiento, la globalización, la responsabilidad social y la investigación y el desarrollo. Esos cuatro conceptos no son otra cosa que actitudes que permiten a la persona estar siempre dispuesta a desarrollarse, a crear nuevos retos, el ver que su lugar de estudio no es solamente para él sino también para el mundo. Hacer que pueda percibir las diferencias que hay en lo político, en lo económico, para poder responderse y luego volverse a preguntar”, pormenoriza.

Todo eso permite crear un tipo de personalidad que está siempre dispuesta a desarrollarse donde pareciera ser que el día a día se convierte en un reto constante. La idea es altamente positiva si consideramos que el nivel de exigencia es uno de los factores que da como resultado estudiantes con mayor aplomo, dispuestos a los cambios y a no dar nada por definitivo o, lo que es más, a no considerar que todo puede ser susceptible de cambio, incluidos ellos mismos.

“Nuestra organización participa todos los años en diferentes eventos de carácter mundial, como son las convenciones académicas donde se encuentran las universidades. Esto nos hizo encontrar a los colegas de UADE, donde se dieron similitudes y se verificó que había una serie de sinergias entre instituciones filosóficamente muy similares con sentimiento crítico, analítico y visión global, todos elementos que favorecen la unión”, agrega el rector de la USIL.

En abril de 2010, la universidad inauguró un Centro de Extensión que apunta a la descentralización, con la finalidad de brindar una educación basada en un conocimiento profundo e innovador. El nuevo espacio permitió recuperar estructuras prehispánicas y coloniales de un edificio ubicado en el centro histórico de Cusco.

La idea fue la de generar una institución bilingüe, donde el 32% de las materias se desarrollan en inglés y donde los estudiantes tienen que salir un semestre del país.

La USIL apunta a invitar a los socios estratégicos a formar parte de la conexión global con el fin de incentivar el fortalecimiento mutuo. A acentuar el concepto de universidad global en permanente cambio y evolución.

La USIL, además de tener presencia en Lima, tiene universidades en Estados Unidos y Paraguay; en cada locación preserva la idiosincrasia propia de su presencia y permanencia en el lugar.

Pero más allá de un fecundo CV, el doctor Salas Bravo es nacido en el Cusco; desde pequeño ha hablado dos lenguas, el castellano y el quechua. Si bien se ha graduado de arquitecto, primero aprendió albañilería con su padre. Quien en un momento tomó la decisión y lo mandó a estudiar a Alemania. Lejos de no conseguir adaptarse, su idioma nativo le permitió abordar el difícil aprendizaje del alemán, dado que ambas lenguas son ricas en guturalidad. El rector ablanda su exposición al profundizar en el recuerdo de su origen y sus primeros años, la mística de un país rico en tradiciones y con una profunda historia. Sobre Salas Bravo, bien puede establecerse un paralelismo con la evolución de la USIL, sólo basta pensar en las raíces y un presente rico en posibilidades de crecimiento y constante evolución.

Se desempeña como rector de esta casa de estudios desde el año 2014 y, anteriormente, ocupó los cargos de decano de Desarrollo Internacional y vicerrector internacional.

Ha sido viceministro de Turismo del Perú, agregado comercial de la Embajada del Perú en Alemania, gerente comercial para Europa Meridional, Medio Oriente y Escandinavia de Avianca y director de las Oficinas de Promoción Turística del Perú (Foptur) en Milán (Italia) y Frankfurt (Alemania), entre otros cargos.

Doctor en educación por la Universidad San Ignacio de Loyola, con estudios de maestría en arquitectura por la Hochschule fûr Bildende und Angewandte Kunst, de Berlín, Alemania, es arquitecto por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.