Elecciones en el hogar para mejorar la calidad de vida

El colchón ideal para uno es el que tiene al menos 10 centímetros más que tu estatura; además, para quienes duermen de a dos es importante recordar que los colchones de una plaza tienen mínimamente 80 cm de ancho. Por lo tanto, un colchón matrimonial debería tener mínimamente 160 cm de ancho.

No todas las habitaciones están preparadas para un colchón Queen o King size, pero no hay que mortificarse, las principales marcas del mercado ofrecen colchones de dos plazas de diferentes medidas: 140, 150, 160, 180. Lo ideal es medir el cuarto y pensar qué medida de colchón puedo tener de acuerdo al ambiente.

El soporte

¿Resortes o espuma? Es la pregunta del millón. Sucede que la tecnología en colchones ha avanzado tanto que hoy existen modelos de colchones de los más variados. Tradicionalmente los colchones de espuma de alta densidad eran solicitados por quienes sufrían alguna dolencia de columna y los de resortes para quienes buscaban soportes más “flexibles”.

En el mercado actual se encuentran colchones de resortes para quienes tienen problemas de columna o a la inversa, colchones de espuma para quienes buscan soportes más soft o mullidos. Ambas tecnologías se han desarrollado muy bien a lo largo de los años y de forma independiente. Productos de espuma de alta densidad, Memory Foam o viscoelástica brindan buenos soportes de firmeza sin perder suavidad y confort. Del otro lado de la contienda, resortes individuales o pocket, resortes bonnel, de acero templado y perímetros reforzados, que adquieren características similares, pero nunca iguales.

Las principales marcas ofrecen al público modelos de colchones con tecnologías mixtas e integradas que alcanzan productos de altísimo confort, calidad y durabilidad.

¿Cuánto pesás?

Tu peso es importante ya que con ese dato se puede calcular la firmeza/soporte que debe tener el colchón para alcanzar una comodidad óptima. Un colchón adecuado debería ser firme en algunas zonas y más suave en otras; debe ceder en las zonas de menos peso y ser más firme en las zonas más pesadas del cuerpo, como la pelvis y los hombros.

Si es muy duro no se adaptará a tu columna y estarás dolorido por el esfuerzo de mantenerte erguido. Si es muy blando, tu cuello se verá resentido al estar alineado con tu espalda. Un buen colchón debe entregar soporte para todos los puntos de tu anatomía y mantener la curva normal de tu forma corporal.

¿Cómo dormís?

Tener en cuenta la posición en la que dormís habitualmente te ayuda a saber qué modelos se adaptan mejor a tu cuerpo.

De lado: se dice que esta es la mejor posición para dormir. Es importante que cuides la línea de la espalda con una almohada que cubra el espacio existente entre el cuello y el hombro. Para esta posición es recomendable un colchón que combine firmeza y suavidad, para adoptar tu cuerpo de la mejor forma. No es recomendable un colchón muy firme, porque necesitás amoldar ciertos puntos y contener otros.

De espaldas: esta postura no es la más recomendable, pues es más difícil mantener el equilibrio de la curvatura cervical. Lo mejor es usar una almohada que llene el espacio entre el colchón y la nuca, para mantener la postura cervical en posición neutra. Para esta posición es recomendable un colchón un poco más firme, que te dé apoyo necesario para la nuca y la región lumbar.

Boca abajo: esta posición es la menos recomendable, porque fuerza la curvatura de la espalda de manera poco armónica. Si es que ésta es tu posición para dormir, debés escoger un colchón firme, para que te dé buen apoyo en la nuca y en la región lumbar.

Los requerimientos personales

Otro factor muy importante a la hora de escoger tu colchón son tus propias necesidades. Se debe sentir cómodo y adecuarse a lo que uno busca. Recostarse en varios modelos, probar el confort te ayudará mucho a terminar de elegir el modelo más adecuado.

Si sufrís de dolores de espalda esta dolencia puede atenuarse o acentuarse por la calidad de tu colchón y por la postura al descansar. Es importante consultar con especialistas si tenés algún problema, para que te oriente específicamente en tu caso. Recuerda que la calidad del colchón es vital.

Los colchones de buena calidad duran mucho tiempo y un colchón de mala calidad a veces puede dejar secuelas de largo plazo en tu espalda. La elección del colchón debe ser una pensada y meditada no sólo en términos económicos, sino en términos de comodidad, salud y confort. Descansar bien es salud y con buenos asesores se puede encontrar el colchón adecuado para cada cuerpo.