En busca de una solución reparadora

Ansían contar con espacio para la construcción de su sede. Cuentan con materiales en acopio, recursos y el conocimiento necesario. Lejos de la polémica, aspiran a tener un sitio para mostrar su cultura y sus costumbres.

Integrantes de la comunidad peruana con residencia en Pinamar visitaron el HCD para un consensuar una salida que posibilite un espacio para erigir la sede social.

Desde la colectividad se planteó que entendieron las objeciones por Av. Central, y que están de acuerdo con ofrecer actividades y talleres abiertos a la comunidad, para integrarse. Dado que Propin fue uno de los bloques que denegó la cesión del lote, se les preguntó si estarían de acuerdo con el comodato del lote tratado previamente. Maximiliano Santini respondió que la objeción tenía que ver con otras posibilidades, más convenientes, pero la respuesta del Ejecutivo fue que no existían posibilidades. Por otro lado, Mercedes Taurizano recordó que otra objeción, en este caso del FPV, fue la necesidad de incorporar contenidos culturales en la futura sede, con la colaboración del Estado en la provisión de estos talleres. Agregó entonces que hoy se está tratando un proyecto sobre centros culturales, dentro del cual podría enmarcarse esta sede. La colectividad se mostró de acuerdo con esta idea, y aprobó las condiciones planteadas por los ediles.

En conclusión se decidió trabajar en el asunto, se pedirá el expediente con la intención de acercar posturas para poder resolver la cuestión de la sede de la colectividad.

Carlos Pastore, secretario de la entidad que aglutina a la colectividad, dijo: “Es una experiencia positiva porque se ve que hay un poquito más de consenso. Entendieron que nuestra cuestión es más cultural, no de hacer un problema por nuestra ubicación. Si se habla de cultura lo demostramos así, sin hacer ningún tipo de problema, solo queremos la buena voluntad de parte de todos en pleno para que apoyen nuestro proyecto en cuanto a la ubicación o donde ellos decidan darnos un espacio. Estamos viendo que hay ganas de hacer las cosas bien, así que estamos contentos. Nosotros habíamos armado un proyecto de un centro cultural en plena avenida de plaza central, al lado de la colectividad boliviana. La construcción era de 600 metros, que fue apoyada en 2013 en el pleno de sesiones, acá, en el Concejo, para que se haga la construcción. Después, cuando asumió el nuevo gobierno, dijeron que la zona no era factible para la construcción porque había algo techado. Al no hacer eso ofrecieron un nuevo espacio en Misiones y Catamarca, cerca de Víctor Hugo, y se puso a disposición del Concejo para que lo apruebe, pero dijo que ahí no era zona factible para hacerlo. Pero se ve que ahora apoyaron hacer un jardín en el espacio y nosotros venimos, justamente, ya que se hace un lugar donde no iba a haber bullicio y ahora se va a permitir, a ver si ahora nos permiten hacer algo a nosotros también”.

La colectividad viene trabajando desde 2013 con la realización de actividades y hasta con la obtención de uno de los concursos del Presupuesto Participativo, por $165 mil. “Hicimos un pago al arquitecto para que apruebe el proyecto, el que consta de ocho planos. O sea, no estamos haciendo algo que no corresponde, estamos trabajando con seriedad en esto y también vemos que ellos están haciendo lo mismo, así que estamos agradecidos, en principio, porque nos atendieron”.

“Nosotros queremos un lugar de reuniones, un lugar para hacer nuestras fiestas típicas, nuestros bailes y comidas, abiertas a la comunidad; hacer una feria de artesanías, mostrar cómo se hacen; todo basado en nuestra cultura para no perder nuestras raíces. Nosotros queremos dejar en nuestros hijos nuestra cultura y mostrarle a la comunidad. Pienso que sería algo lindo”, concluye el secretario.