Están donde quieren estar y donde las necesitan

No fue una Feria Americana más, sino una obra que se destaca por un fin loable, como es el de ayudar, ocupar un espacio vacante pero necesario.

La Fundación Donde quiero estar, réplica Pinamar, continúa con su tarea con el fin de reunir fondos para la construcción de una nueva sala de Oncología. Durante el fin de semana pasado las esforzadas colaboradoras sumaron su esfuerzo en una tercera edición una Feria Americana que, como sus antecesoras, tuvo una masiva concurrencia de público.

El evento se desarrolló en la Hostería Belvedere, ubicada en De las Burriquetas 24, a metros de la Avenida Bunge.

Cristina Cuoco, una de las colaboradoras y encargada de prensa del grupo, señaló en la mañana del domingo: “Gracias a Dios, hemos tenido una convocatoria hermosa. La comunidad nos ha respondido desde la donación en gran forma y también desde la compra. Hemos puesto precios muy accesibles. Hay cosas muy lindas y útiles y el fin es hermoso”.

La idea primigenia del grupo es humanizar la sala de Oncología del Hospital Comunitario, para lo cual faltaban aún algunos recursos. Afortunadamente, con el resultado económico obtenido, esta parte del sueño se podrá cumplir y se asoma otro tema no menos sensible, que es comenzar a trabajar en la guardia pediátrica.

“Lo que hicimos fue mudarnos, porque estábamos en un espacio muy chiquitito. Al nuevo todavía no lo inauguramos porque nos falta terminar el piso y hay muchos elementos que le faltan a la gente que está trabajando allí, que nos fuimos dando cuenta que al ser el espacio más grande se necesitan otras cosas. Nos falta la puerta, terminar la sala de espera, embellecerla y humanizarla. Pensemos que mientras el paciente oncológico está tres o cuatro horas adentro, su familiar está otro tanto esperándolo a que salga. Queremos que el lugar de espera sea tan lindo como el de adentro, para cuidar a los que cuidan”.

El grupo que conforma la fundación está integrado por unas veinte personas, pero siempre hay gente dispuesta a sumarse cada vez que se realiza este tipo de eventos, como la feria.

En nombre de todo el grupo, Cuocco le agradece profundamente a toda la comunidad el apoyo recibido. La coordinación corre por cuenta de Claudia Lugones, y las tareas determinan roles pero no hay una encuadre jerárquico. Con la sabiduría propia de la comunidad, llega el reconocimiento y el apoyo a los emprendimientos auténticos y genuinos, sin otras intenciones que la vocación de ayudar.