“Estoy asombrado de la cantidad de lámparas quemadas”

El referente de GEN habló de la crisis del gobierno municipal y recordó su participación en la detención de uno de los represores más crueles de los años de plomo.

El reconocido médico Ricardo Cap se refirió en breve charla a la situación que vive Pinamar luego de dos temporadas flojas y ante un invierno que promete ser magro y problemático. Reconoció la legitimidad del reclamo de los municipales y recordó cuando desde el HCD propició con su iniciativa que el conocido Jorge “Tigre” Acosta fuera declarado persona no grata para Pinamar.
–¿Cómo ves al gobierno, a la actual gestión?
–Yo creo que hay una lectura que tiene que ver con promesas electorales que no se cumplieron, como una primera medida. En una segunda, una muy clara necesidad de la gente de no querer perder ante la inflación, con el agravante de que vivimos una situación muy preocupante, mucho más en Pinamar, habida cuenta de las últimas dos temporadas y de la inacción que se vio en la última. Si bien vino gente y las expectativas en algún sector se colmaron, también es cierto que las primeras señales de que hay un aumento en la inflación son visibles. El propio Municipio le ha generado a cada pinamarense una erogación mayor por el mismo servicio, que es deficiente; y, por otro lado, el municipal, que tiene una historia como sindicato, necesita que el afiliado no pierda poder adquisitivo en un invierno que va a ser durísimo.

–¿Percibís que el grueso de la comunidad no es tan crítico con el reclamo municipal?
–Yo no escucho como otros años que la gente se queje y diga “estos vagos”, porque de alguna manera están aceptando y avalando la realidad que están viendo; y, por otro lado, si uno escucha la calle, si bien este Municipio está haciendo cosas, yo estoy asombrado de la cantidad de lámparas quemadas. Creo que a este equipo le falta gestión y experiencia política. Lo están haciendo y tenemos que bancarlo porque no vamos a destituirlo, como se hizo en el pasado; esa locura ya hay que sacársela de la cabeza.

–¿Cómo juega el componente joven en todo este proceso?
–Nosotros, desde el GEN, cuando lo fuimos a saludar le dijimos que creemos en políticas de Estado, en que convoque a las fuerzas vivas, a los partidos, a la oposición, a los que más experiencia tienen, y que se nutran de esa experiencia y tengan la capacidad de aceptar el consejo y no ser tan soberbios, pero cuando se es joven se es “tirabombas” y caprichoso, y esas cosas se van yendo con los años o con los golpes.

–Hace días vivimos un nuevo aniversario del golpe militar del 76. Por ese entonces eras concejal. ¿Qué nos podés decir sobre el tema?
–Cuando estuve de concejal se produjo un hecho que fue público y notorio a nivel internacional, que fue la presencia del “Tigre” Acosta, que estaba escapado de la Justicia, haciéndose pasar por enfermo cuando estaba en Pinamar gozando de buena salud y haciendo negocios, teniendo sobre sus espaldas acusaciones de haber cometido delitos de lesa humanidad… Yo entendí que Pinamar tenía que dar una señal distinta de la que había dado hasta entonces. Hablo de la historia de Pinamar, con la responsabilidad que eso produce y sabiendo que iba a tener muchísimas decisiones encontradas, hasta hoy, porque hay gente que dice que el Pinamar de oro fue el de los milicos. Yo creo que no tenemos nada que ver con esa etapa y con ese proyecto que fue votado por unanimidad lo declaramos persona no grata, y sirvió para que la Justicia advirtiera que no estaba enfermo sino en una parrilla gozando de buena salud y buena vida, y, como dije, haciendo negocios.

–¿Cómo se construye la democracia?
–Más allá de las broncas que podemos tener o los desencuentros, la construcción democrática significa que existe una oposición y un oficialismo, que haya división de poderes, que haya discusión, que el Concejo Deliberante no sea un apéndice del Ejecutivo, que los concejales, aun siendo del oficialismo, tienen que controlar al Ejecutivo y cuando no están de acuerdo tienen que decirlo, y la oposición no tiene que poner palos en la rueda, tiene que hacer posible la gobernabilidad, ese es el desafío.