Fair play y sana competencia

Dos ejes muy importantes que atraviesan esta versión juvenil de las tradicionales Macabeadas. La formación es parte central de la actividad que jóvenes de la comunidad judía desplegaron el fin de semana pasado.

Entre el jueves 9 y el domingo 11 Pinamar fue el escenario elegido por la Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos (Faccma) para la realización de sus Macabeadas juveniles, una actividad que reunió a 450 jóvenes de 13 a 17 años.

Fabio Fridman, máximo referente de esta instancia deportiva, manifestó al respecto: “Faccma organiza los juegos todos los años acá en Pinamar. Este año las Macabeadas juveniles y las de veteranos se hacen acá y en diciembre hacemos unas open, o sea que hay tres eventos importantes que organiza Faccma este año desde ahora hasta mediados de diciembre. Esta macabeada es para juveniles. Participan instituciones afiliadas a Faccma de Buenos Aires y del interior. Este año sólo tenemos a Córdoba del interior en las Macabeadas juveniles pero en veteranos vienen de Córdoba, de Rosario, de Santa Fe, de Paraná, de Chaco, de Misiones, de Mendoza, o sea, en veteranos, que va a ser la último fin de semana del mes, vamos a tener una presencia federal mucho más interesante. Nosotros somos una federación que agrupa a más de cuarenta instituciones en todo el país. Lo que nos proponemos básicamente es utilizar el deporte como una herramienta de encuentro, encuentro deportivo, encuentro social, encuentro cultural: a lo largo de los tres días de actividad van sucediendo diferentes cosas, además de lo deportivo, que generan una integración entre los participantes. Muchos de éstos, a medida que van pasando los años, se van conociendo mutuamente. Tal es así que hay muchos que participan como veteranos y que empezaron conociéndose en las Macabeadas juveniles, como son las de ahora. Para nosotros es tan importante lo deportivo como todo lo que hay alrededor de lo deportivo. Nosotros, como comunidad judía, fomentamos y favorecemos mucho el encuentro; por ejemplo, hoy a la noche, que empieza el Shabat, el día sagrado para el pueblo judío, hacemos un momento especial donde todos hacemos una celebración que tiene que ver con la llegada del Shabat y eso lo compartimos entre todos”.

El dirigente destaca que toman el deporte como una herramienta para lograr una vida saludable, dedicada al deporte como una manera de alejar los flagelos “que vemos en la sociedad cotidianamente, de los cuales los chicos no están exentos”.

La vida sana, los entrenamientos, el prepararse para una competencia deportiva y que vean en el prójimo el esfuerzo que conlleva el deporte, más el trabajo en común, apuntan a lograr resultados positivos.

“Por otro lado, al seguir ciertos lineamientos que marcan los entrenadores, que todos de una u otra manera en la sociedad tenemos que aprender a cumplir, son parte de los contenidos que nosotros nos proponemos enseñar en este evento, más que nada con los jóvenes. Ellos nos dan la posibilidad de seguir trabajando estos valores: de alguna manera, si logramos lo que nos proponemos, qué mejor que esos valores continúen con ellos durante toda su vida. Nosotros necesitamos mucho el apoyo de las familias; por ejemplo, en este evento trabajamos mucho el tema del fair play y la no violencia en el deporte y desde chiquitos lo venimos trabajando, no solamente con los chicos sino fundamentalmente con los grandes: repartimos material a los padres, trabajamos en charlas con ellos que tienen que ver con concientizarse, que desde chiquito le tienen que enseñar que el ocasional rival, el chico que está en el otro equipo, es necesario porque si no, no hay deporte, así que a eso apuntamos, a la formación de cada una de las edades pero más que nada a que los padres acompañen a los chicos desde el lugar de la trasmisión de valores positivos”, explica.

Ex deportistas que colaboran en la causa brindan un aporte valioso, ya que hasta no hace mucho tiempo competían en cualquiera de las instituciones que integran Faccma. Es la federación la que los capta y los forma para que sean entrenadores, no sólo por sus potencialidades deportivas sino por su experiencia y su rica historia.

“Nosotros organizamos eventos tanto en la Argentina como en el exterior y muchos de ellos que han tenido la posibilidad de viajar a Macabeadas internacionales les transmiten después a los chicos su propia experiencia como un valor y una expectativa de crecimiento que les sirve a todos para seguir desarrollando su vida deportiva”, concluye Fridman.