Francisco pasó este año la procesión de Corpus Christi al domingo

En el mes del Sagrado Corazón de Jesús, que es junio, este año la celebración de Corpus Christi se realizó ayer, jueves 15, en la parroquia con una misa a las 11.30 en la Iglesia Ntra. Sra. de la Paz y luego adoración eucarística hasta la misa de las 19.

Corpus Christi significa, en latín, “Cuerpo de Cristo”, porque, según la Biblia, Jesús convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre, anticipo de su entrega en la cruz para nuestra salvación.

La finalidad del Corpus Christi es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

Durante este día las celebraciones suelen incluir una procesión donde la hostia
se exhibe en una custodia.

El festejo no tiene fecha fija, ya que se hace el primer jueves posterior al día de la Santísima Trinidad y dos meses después del Jueves Santo. Ese día en que recordamos la institución de la Eucaristía durante la Última Cena.

La Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.

En algunos lugares, se ha trasladado la observancia al domingo siguiente para adaptarse al calendario laboral. Es lo que se conoce como el Domingo del Corpus, que este año será el 18 de junio.

El papa Francisco decidió cambiar de jueves a domingo la procesión romana del Corpus Christi que inicia desde el interior de la Basílica de San Juan de Letrán, recorriendo toda la vía Merulana hasta llegar a la Basílica de Santa María Mayor en la “ciudad eterna”, cuando hace aproximadamente siete siglos que la procesión se venía celebrando en Roma los jueves.

La fiesta del Corpus Christi fue instituida por Urbano IV en 1264. En la bula Transitururs de hoc mundo se establecía que el jueves, después de la octava de Pentecostés, es decir a posteriori de la fiesta de la Santísima Trinidad.

Aunque al establecer la fiesta no se hablaba de procesión, pronto el pueblo fiel vio la necesidad de coronar la fiesta con una procesión con la Eucaristía. Esto sucederá a partir de finales del siglo XIII. Los primeros indicios se tuvieron en Colonia hacia el 1279, en París a inicios del siglo XIV, en Génova en 1325, en Milán en el 1336 y en Roma hacia el 1350.

Normalmente el papa Francisco participa en la bendición del principio y del final de los festejos, pero no en la procesión por sus problemas de rodilla. Solo lo hizo en su primer año de pontificado.

Como hace todos los domingos por la mañana, previamente se asomará a la ventana de los apartamentos pontificios para rezar el Ángelus y seguirá predicando diariamente desde su residencia en Casa Santa Marta con sus homilías diarias.