Gustavo Sosa hace memoria

Sin rencor pero con precisión, el ex secretario de Turismo de Pedro Elizalde recordó sus iniciativas y se enorgullece de haber generado parte de las que luego se concretaron en medidas de gobierno.

Días pasados Guillermo Pérez Lanini, dueño de Aquasol, y Ariel Triana, por Pinamar SA, se reunieron con el intendente de Pinamar, Martín Yeza, a fin de proyectar la llegada del parque acuático a la ciudad.

De acuerdo a los dichos de la secretaria de Planificación y Obras Públicas, arquitecta Mila Gómez Beret, Aquasol propone hacer un parque acuático con los estándares ambientales más altos y un diseño arquitectónico modelo en América latina.

La iniciativa ha sido recibida con cierta tibieza por parte de la comunidad pero a no dudarlo se trata de sumar un nuevo atractivo a la oferta turística tradicional que redundará en beneficio de todos. Todo depende del lugar donde sea emplazada la obra y las condiciones en que se acordará el arribo y la radicación del complejo acuático.

La llegada del emprendimiento tiene un antecedente que, para ser justos, no hay que pasar por alto. Se trata de lo realizado por Gustavo Sosa, durante su gestión como secretario de Turismo, cuando propició un acercamiento con la empresa que fue desestimado por quienes en ese momento eran oposición.

“Tienen un equipo de gente que está trabajando, que anuncia de la llegada de Aquasol a Pinamar. A esta empresa la fui a buscar yo, en su momento, como secretario de Turismo. Lo fui a buscar a Guillermo [Lanini] a Mar del Plata y lo pusimos al habla con la gente de Pinamar SA; ellos quedaron en que les iban a dar una fracción de tierra en una zona aledaña al Caminos de los Pioneros, cerca de la estación de policía. La cuestión es que el empresario se fue indignado. ¿Y saben por qué? Porque en ese momento vino también gente del Tren de la Costa y un concejal dijo: ‘Se van a quedar sin agua en Pinamar’. Ese concejal hoy es la presidente del Concejo Deliberante, es quien hoy hace la publicidad diciendo ‘traemos Aquasol’ y lo más triste de todo es que se le miente a la gente, diciéndole que de esta manera vamos a romper la estacionalidad. Cuando todos sabemos que en una ciudad como Mar del Plata, con un millón y medio de personas, o en cualquier sitio este tipo de emprendimiento trabaja solo en temporada alta porque es imposible calentar el agua, salvo que la gente prefiera ingresar con un traje de neoprene”.

Sosa entiende que la gente está preocupada por el trabajo, por el día a día y por cómo está Pinamar. También señala que hay muchos que no quieren perder su cargo y su sueldo. “Los actores políticos están enfocados en otros temas y lamentablemente el único fin son los votos”, concluye.