Hay algunas opiniones sesgadas en la opinión pública que interpretan nuestra realidad con impunidad asombrosa

Es inevitable, en un mundo atravesado por grietas irreconciliables que, frente a hechos objetivos de la realidad, los ciudadanos -lectores, asistamos a títulos que interpretan una misma noticia con miradas curiosa y extremadamente diferentes.

Desde la mesa de un bar, pasando por una cancha de futbol y hasta en el mismo Honorable Congreso de la Nación, aunque no lo creamos, la unívoca suma de uno más uno, siempre tendrá diferentes respuestas. ¡SIC!

Hay un enunciado que dice: si A- es igual a B y B es igual a C, por lo tanto, algunos, recurriendo a la lógica formal terminan con lucidez asombrosa resolviendo este juego ¿filosófico? afirmando que, por lo tanto, A- va a ser igual a - C. Sin embargo, hay veces que ni siquiera la - A - va a ser igual a sí misma.

La inteligencia artificial (que tan inteligente es) no supo explicar este enunciado, sin embargo, algunos medios públicos, titulan y desarrollan con letras de molde noticias subordinadas a este concepto básico y lineal. ¡Pero, bajemos a tierra, aunque sea por Dios, este entrevero retórico!

La ex presidente de la Nación fue sentenciada esta semana en doble instancia por corrupción en el tema de vialidad, con seis años de condena e inhabilitación perpetua para ejercer funciones públicas, no obstante, los ciudadanos – lectores, asisten a diferentes “interpretaciones”.

Primera opinión sesgada: En formato de marquesina, algunos medios interpretaron que aún falta la confirmación de la Suprema Corte de Justicia. Señores opinadores: la Corte no es una tercera instancia, sino que se limitará a revisar el doble fallo al solo efecto de corroborar que el proceso no haya estado viciado de inconstitucionalidad.

Segunda opinión sesgada: Los innumerables sindicatos de Aerolíneas Argentinas, para contrarrestar la posibilidad de la privatización de “la línea de bandera” dicen livianamente y con autoridad divina: Todas las aerolíneas del mundo son deficitarias, por lo tanto, siguiendo con el enunciado del A, B Y C, Aerolíneas Argentinas, puede perder setecientos millones de dólares en un año (pagados en su mayoría por argentinos que jamás volaron en un avión. Claro que, privatizarla al estilo de IBERIA, o por dos centavos al grupo MARSANS, no es precisamente lo que debería hacerse, como tampoco dejar su estructura de excelentes recursos humanos, en manos de capitales golondrinas que, perciban en esta oportunidad, un negocio servido en bandeja … no es tarea fácil.

Tercera opinión sesgada: La “literatura” obligatoria a los adolescentes instrumentada durante los gobiernos K con el objeto de “estimular y reafirmar” sus orientaciones sexuales, hacia una generación vulnerable a estas identidades, son de una chatura intelectual propias de un populismo demagógico que, apoyados en la bienvenida doctrina inclusiva, paradójicamente ha dejado a una generación con (datos objetivos), más desorientada que antes.

Podríamos seguir con un listado de más opiniones sesgadas, pero estoy convencido que terminaría aburriendo a los seguidores de esta columna.

En realidad, tal vez me detenga unas líneas más respecto de este retorcido enunciado y, aquí, quisiera referirme al presidente Javier Milei que, con desmesurado lenguaje asistimos a sus habituales discursos (no ya, en cadena nacional como alguna vez abusaron otros) - para informar sobre sus logros macroeconómicos que, objetivamente existen, pero al finalizar sus exposiciones técnicas, estas se ven devaluadas al adjetivar con narcisismo ortodoxo, el auto percibirse como el “transformador más grande de la historia”.

¿Es necesario que un presidente que tiene apenas un puñado de Diputados y Senadores hable con tan irritante lenguaje olvidándose que, de no haber sido apoyado por el PRO y algunos Radicales, no hubiera podido implementar una sola ley que elevó al Congreso?

En fin, espero que, “las fuerzas que vienen del cielo” lo bajen de ese pedestal imaginario, (imaginado por él) y se acuerde de los más vulnerables que, con enorme sacrificio, están ayudando al mejor “presidente del planeta” a lograr su, espero, milagro argentino.

Como dije en la columna anterior: No crean “los unos” que no me estoy también refiriendo a “los otros” . Frente a la habitual negación de que “el agua moja”, cada uno sabrá si es capaz de soportar las eventuales interpretaciones sesgadas que aquí se mencionan.