Circunstancias históricas, que tuvieron origen en Brasil, generaron una confusión identificando la deidad umbanda, llamada Iemanjá, con Stella Maris, pero esta relación no tiene nada que ver con la devoción a la Virgen María que profesa la fe católica.

También se la invoca como Nuestra Señora de los Navegantes. A su intercesión por las familias, se agrega su rol de protectora de los barcos y de los pescadores.

Asimismo, la Armada Argentina la honra como su patrona; al igual que los miembros de Prefectura. Y al entrar en la capilla que lleva el nombre de la virgen Stella Maris, “todo transeúnte siente que es peregrino en el mar de la vida”, según dijo el obispo de nuestra diócesis, monseñor Antonio Marino, en la homilía pronunciada durante el festejo del año pasado.

Señaló que, “como lo ha expresado bellamente San Bernardo, María es en efecto estrella del mar, hacia la cual mira el navegante en el riesgoso mar de la vida, intentando llegar a puerto”.

Añadió que “en un largo e inigualable sermón rebosante de piedad mariana, gusta repetir el estribillo ‘Mira a la estrella, invoca a María’. También una célebre antífona de la liturgia la invoca de este modo, ‘Madre del redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar’”.

Bajo la advocación de Stella Maris, los hombres de mar ven “el nombre de la protección divina, bajo su profesión, traducido en el bello rostro de esta imagen venerable”, concluyó.

El obispado de Mar del Plata difundió, asimismo, una noticia de sumo interés para los pinamarenses: el presbítero Mario Fernández Rodríguez, quien desempeñara una prolífica misión en nuestro partido durante varios años, toma posesión del oficio de párroco el 26 de febrero a las 18 en la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de la localidad de Necochea, donde ejercerá el nuevo ministerio pastoral encomendado.