Julio del 69

Por Amanda Paulos
Bióloga, docente, observadora de fauna silvestre

En un día como hoy, pero hace 50 años, partió la misión que marcó un hito en la colonización del espacio por el Homo sapiens: aquel simio que hace 200.000 años salió de África caminando victoriosamente en dos patas, el 16 de julio de 1969 alzó vuelo para hollar otros “suelos” y comenzar una migración, que recién comienza, hacia los confines del universo.

El ser humano es un animal de éxodos. Este concepto es clave en la evolución y la historia individual y la de la especie. Buscamos su significado en un diccionario y leemos que la noción de éxodo procede del vocablo latino exodus, a su vez derivado del griego éxodos, que puede traducirse como “salida”. Adán y Eva dejaron el Edén para, a su albedrío, poblar el mundo con hijos. Está también el ejemplo en la familia moderna del “nido vacío”. Y decimos que “nadie es profeta en su tierra”. En general, la idea del éxodo alude al desplazamiento de grupos humanos y, como grupo, algunos ejemplares de nuestra especie han apostado a la conquista del espacio exterior; hace medio siglo la Luna, poco tiempo después la primera estación intermedia y hoy vamos claramente por Marte. ¿Y después? Quizás alguien ya lo sabe. En nuestra historia argentina hemos estudiado en las escuelas el Éxodo Jujeño en pro de la defensa de la libertad muy poco después del Éxodo Oriental en la otra orilla del Río de la Plata. Los hebreos salieron de Egipto en búsqueda de su tierra prometida durante 40 años. La conquista y colonización de América. El éxodo rural, el éxodo de cerebros, en fin, todas estas salidas tienen en común la búsqueda de algo nuevo, de una mejor calidad de vida, de mundos nuevos, de oportunidades inciertas sostenidas en la fe de los migrantes en sus conocimientos y su discernimiento.

Hoy solemos decir que alguien es suficientemente valiente como para dejar, o salir, de su estado o espacio de confort. Quien se atreve al éxodo es también una persona curiosa, aventurera, exploradora, segura de sí misma, anhelante, creyente, ambiciosa. Celebremos hoy el coraje de quienes se deciden a incursionar el espacio, y auguremos que sea para mejorar la evolución de las especies que pueblan este planeta. Quizás alguno de nuestros hijos y nietos esté dentro de los pioneros que se atrevan a levantar vuelo.